Marco Granja

No. ¡Ya con el teletrabajo, primero, y después con el trabajo presencial, el maestro es un ‘esclavo’ sin tiempo para descansar.

El maestro, docente, tiene muchas tareas pendientes que hacer y se las lleva a su casa para poder cumplirlas, no recibe remuneración especial por las horas extras de labores. Por eso se amargan y los alumnos tienen que aguantar a profesores cansados y parcos. (O)

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José Ortoneda

Así se amplíe la jornada laboral de los docentes, sería igual todo. Lo que sucede es que hay muchos profesores, pero maestros existen pocos. El profesor cumple con dictar sus clases y nada más, en cambio un verdadero maestro se preocupa por sus alumnos, que aprendan, se capaciten; por controlar sus estados de salud, si tienen o no tienen problemas, están bien o mal con sus padres; si se están alimentando bien, etc.. El maestro es el reemplazo de los padres en la escuela, orienta a conciencia a sus discípulos para que sean personas de bien en sus familias, sociedad y patria.

Un profesor o maestro con honestidad acrisolada no necesita estar muchas horas sino las necesarias para que sus alumnos capten sus enseñanzas y las puedan llevar a la práctica, que en definitiva es lo que importa. Debe dar seguimiento cada día a los comportamientos de los alumnos, no espera que llegue un examen final para darse cuenta qué está sucediendo con sus estudiantes; invita a hacer deportes, a orientarlos. Un profesor o un maestro con el sistema actual lleva trabajo a sus hogares, se amanece calificando pruebas, preparando clases para el día siguiente, come apuradamente con peligro de tener una úlcera por ese ritmo de trabajo, y sin esperar un pago de horas extras; todo por cumplir y mantener su trabajo. Hay que implantar nuevas carreras de especialización de duración corta, que no se vean materias solo de cultura general y no servirán mucho en la profesión a seguir; y enseñar y hacer practicar valores éticos, sociales, civiles, religiosos, para combatir atrocidades que se ven como corrupción, adicciones a las drogas, sicariato, etc. (O)

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Nilton Gamarra Y.

Estas leyes dizque de educación son hechas por gentes sin conocimientos de la realidad educativa. Solo solapan a estudiantes vagos, indisciplinados, y a los profesores los recargan de trabajo sin buena paga. (O)