Fumar causa estragos en la salud; sin embargo, para muchos adultos el gusto, el ritual y la experiencia sensorial son las razones por las que lo hacen. Cuando el tabaco y el papel del cigarrillo se queman a temperaturas extremadamente altas se produce un humo – producto de la combustión- que contiene más de 6.000 sustancias químicas, de las cuales más de 100 están clasificadas por salud pública como dañinas o potencialmente dañinas. Es decir, el principal problema de fumar cigarrillos es el humo en sí mismo.

Está claro que no empezar a fumar o dejar de fumar son las mejores opciones siempre, es por eso por lo que instituciones relacionadas a la salud pública alrededor del mundo, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre otras, impulsan a dejar este hábito bajo demostraciones científicas en torno al daño que produce.

No obstante, hay que destacar que la nicotina, aunque es adictiva y no está libre de riesgos, no es la causa principal de las enfermedades relacionadas con fumar; y es con base en esto que aquellos adultos fumadores, que de otra manera continuarían fumando, podrían optar por alternativas que ayuden a mejorar su estilo de vida.

La nicotina y los productos libres de humo

La nicotina se encuentra naturalmente en la planta del tabaco. Una vez inhalada, la nicotina se absorbe a través de los pulmones directamente al torrente sanguíneo, llegando a distintos órganos y el cerebro, liberando dopamina y otros estimulantes. Después de la estimulación repetida con nicotina, el cerebro se adapta a su presencia, pero se trata de un proceso que es reversible cuando una persona deja de usar productos que contienen nicotina.

Una declaración de la FDA (Food and Drug Administration) de Estados Unidos encuentra que “son principalmente las toxinas y carcinógenos en el humo del tabaco, no la nicotina, los que causan enfermedad y muerte”[1]. Es decir, la verdadera culpable es la combustión, que libera sustancias nocivas contenidas en el cigarrillo y que son inhaladas por el fumador.

Por eso, los productos libres de humo, basados en la ciencia, que contienen nicotina no están exentos de riesgos, pero tienen el potencial de ser menos dañinos que seguir fumando cigarrillos normales. Hay que recalcar que los productos libres de humo solo deben ser utilizados por adultos como un modo alternativo a seguir fumando, por lo que obtener información precisa sobre cada dispositivo individual es crucial. Pero los hechos son claros: son una opción menos nociva.

Institutos como Public Health England (PHE) y la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos ven el potencial de los productos que contienen nicotina como alternativas para continuar fumando. En este contexto, un estudio de Phillip Morris International (PMI) detalla que los fumadores adultos merecen información precisa y no engañosa para poder tomar una decisión informada. “Esta es una de las razones por las que es tan importante combatir las percepciones erróneas del público sobre la nicotina. Los productos que contienen nicotina pueden ayudar a respaldar los objetivos de salud pública al alentar a los fumadores a que abandonen los cigarrillos y se cambien por completo a productos libres de humo. Es decir, los productos libres de humo respaldados por la ciencia pueden desempeñar un papel en el alejamiento de los cigarrillos de adultos que, de otro modo, seguirán fumando”, sostiene el documento[1] ( Public Health England, “PHE publishes independent expert e-cigarettes evidence review”, 2018).

En conclusión, la nicotina no es la principal causante de enfermedades relacionadas al tabaquismo, la combustión si lo es. Adicionalmente, hoy en día existen alternativas de administración de nicotina que representan un menor impacto en la salud de los adultos fumadores.

[1] Nicotine Is Why Tobacco Products Are Addictive | FDA Revisado el 24 de Agosto de 2022