En un mundo en donde la salud intestinal se ha convertido en una prioridad, los probióticos han ganado mucho terreno por su eficiencia en el tratamiento de diversas afecciones, desde trastornos digestivos hasta el fortalecimiento del sistema inmunológico, posicionándolos como una opción confiable y respaldada por la evidencia científica.
Una vez que llegan a nuestro sistema digestivo comienzan a actuar para ayudarnos a sentirnos bien desde adentro hacia afuera. Sí, hablamos de estas bacterias buenas que cuando se administran en cantidades adecuadas aportan muchos beneficios para la salud. La médica cirujana gastroenteróloga Karen Alarcón señala que estos diminutos héroes trabajan 24/7 para ayudarnos a restaurar y mantener el equilibrio de la microbiota intestinal, lo cual influye en la digestión, el sistema inmunológico y hasta en el estado de ánimo.
La especialista explica que mantener el equilibrio de la flora intestinal, también conocida como microbiota, es esencial para promover la salud integral, puesto que el 70 % del sistema inmunológico se encuentra en el intestino, lo que lo convierte en un órgano vital para la defensa del cuerpo contra enfermedades.
La máster en Nutrición y Dietética además enfatiza que es fundamental elegir probióticos con estudios clínicos testeados en seres humanos, como, por ejemplo, los de Enterogermina®, que atraviesan 15.000 controles de calidad en su proceso de producción en Italia. Indica que una correcta y minuciosa manufactura certifica su eficacia al asegurar que las bacterias lleguen vivas al intestino.
Pequeños, pero poderosos
Casi todas las personas pueden beneficiarse de los probióticos, especialmente quienes han tomado antibióticos para combatir el Helicobacter pylori, antiácidos, antiinflamatorios o anticonceptivos, quienes sufren de estreñimiento, o están estresados o atraviesen por cambios en su alimentación o rutina, quienes tengan digestiones pesadas o se encuentran “en momentos de vulnerabilidad de su flora intestinal”. Los signos de desequilibrio intestinal pueden ser la hinchazón, los gases, la diarrea, la fatiga, las alergias, los problemas de piel, los cambios de peso o las infecciones frecuentes, comenta la endoscopista.
La cirujana, con interés en el área de investigación y medicina basada en evidencia, menciona que no todos los probióticos son iguales, ya que la eficacia de estos depende de su cepa específica, evidencia científica, proceso de manufactura y capacidad para llegar vivos al intestino. “No se trata de la cantidad de cepas o UFC (unidades formadoras de colonias), sino de su calidad y respaldo clínico”. Alarcón destaca que Enterogermina® emplea el probiótico Bacillus clausii, respaldado clínicamente.
Enterogermina es un probiótico en espora, eso quiere decir que cambia de forma y se va adaptando conforme ingresa al organismo. Estas esporas inteligentes tienen una capa protectora que les ayuda a sobrevivir a las difíciles condiciones como la temperatura y el Ph gástrico, llegando 100% vivas al intestino donde cambian de forma y se multiplican y han demostrado mantenerse activas hasta 12 días después del primer consumo.
De allí que Enterogermina® tiene múltiples beneficios frente a otros probióticos que se distribuyen en el mercado. Este medicamento se ha ubicado como el probiótico número uno recomendado por médicos en Ecuador, tiene más de 65 años de experiencia clínica y de sus Inteli-Esporas está respaldada por estudios científicos y una estricta manufactura europea.