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Doce de las catorce especies de grandes ballenas utilizan el océano Pacífico Oriental como una zona central para sus migraciones, indica WWF.
Un territorio que cuenta con una superficie de 2.021,57 hectáreas el cual abastecerá de agua para consumo humano y la soberanía alimentaria del sector.
El nuevo corredor conecta a dos áreas protegidas y tiene una superficie de 92.148 hectáreas.
Durante el año pasado hubo un registro de 8.000 de estos animales.
El área posee 913,93 hectáreas y tiene un caudal autorizado de 18,13 litros de agua por segundo.
Creación de esta reserva no fue fácil, cuenta Eliecer Cruz, vocero del colectivo Más Galápagos. Hubo que presentar estudios y conversar con atuneros.
Jóvenes recibieron charlas para evitar incendios forestales.
Quienes transitan por áreas forestales no deben manipular fuego en zonas con vegetación seca.
La conservación requiere de financiamiento estatal sobre todo en las comunidades que tienen un manejo sustentable de sus territorios.
El análisis se realizará durante los próximos meses con el fin de establecer su estado de conservación.
El herpetólogo Alejandro Arteaga se centra en la descripción de animales no registrados por la ciencia, sobre todo serpientes.
La investigación se centraba en la búsqueda de anfibios, pero terminaron descubriendo por casualidad a reptiles no registrados por la ciencia.
Existen incendios naturales y los que provocan personas desalmadas. La población civil debe ser responsable y denunciar a los pirómanos.
En 2021 empezó el plazo para que esta normativa sea aplicada en los Sistemas de Áreas Protegidas.
A nivel regional, estas cifras ubican a Ecuador en el quinto puesto en términos de extensión total deforestada, después de Brasil, Bolivia, Perú y Colombia.
Este sistema cubre 80,7% del bosque nativo de la provincia, incluido el de la Cordillera Chongón Colonche y los remanentes de ocho ecosistemas más.
La zona beneficia con agua para consumo humano, soberanía alimentaria y abrevadera a aproximadamente diez mil personas de 42 comunidades del cantón Guaranda.
Los moradores piden mejoras en áreas que están descuidadas.
Los países deben vincular la necesidad de áreas verdes a la gente y no a la superficie.
La producción audiovisual muestra el impacto de la explotación petrolera en las comunidades amazónícas del país.