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El bukelismo incorpora estrategias de populistas autoritarios latinoamericanos desde Hugo Chávez hasta Jair Bolsonaro, y tiene rasgos de otros más.
No tenemos ayuda en el problema de la delincuencia. Necesitamos a un León Febres–Cordero o a un Bukele moderno.
Las prórrogas del estado de excepción en Honduras son un síntoma de que la violencia no se ha controlado.
La megacárcel de ocho pabellones está rodeada por un muro de concreto de 11 metros de altura y 2,1 kilómetros de largo, protegida por alambradas eléctricas.
La gigantesca prisión, dotada de alta tecnología para la vigilancia, fue inaugurada a principios de febrero por el propio Nayib Bukele.
El dinero se lo dan directamente al centro carcelario.
La prisión tiene una decena de pabellones que ocupan 23 hectáreas.
Esos derechos se llaman humanos porque son compartidos por todos los seres humanos, en exacta igual medida.
Pese a no ser electos aún, aspirantes han viajado hasta El Salvador y se han reunido con funcionarios, lo que podría ser solo para tener mayor simpatía.
La autoproclamada “guerra contra las maras” de Bukele igualmente ha dado lugar a un aumento de casos de arrestos considerados como arbitrarios.
‘Podemos detener a quien queramos’ es producto de una investigación exhaustiva conjunta entre HRW y Cristosal.
La última estocada a la industria de las criptomonedas llegó de la mano del reciente colapso de FTX.
Desde el estado de excepción han sido capturados más de 58.000 pandilleros.
El centro penitenciario estaría listo a finales del 2022 o inicios del 2023.
Surge el planteamiento si estilos autoritarios como el de Bukele pueden atraer con facilidad a una generación desencantada con el actual sistema democrático.
Nayib Bukele concedió una prórroga al estado de excepción que ha estado vigente desde marzo, siguiendo una escalada de 87 asesinatos.
La adopción de esta criptomoneda sigue siendo irregular en el país.
Mandatario salvadoreño indicó que la carta está firmada por “corruptos, saqueadores y algunos de ellos, hasta asesinos. Todos odiados por sus pueblos”.
El anuncio lo hizo durante un acto por la independencia de Centroamérica.
El Salvador se encuentra en estado de excepción desde finales de marzo tras una ola de asesinatos el último fin de semana de marzo que dejó 87 víctimas.