La vida y el legado del expresidente de Sudáfrica y expremio nobel de la Paz (1993), Nelson Mandela, se analizó en Quito, en una mesa redonda organizada por la Embajada de Sudáfrica en Lima, concurrente en Ecuador, a propósito de que este año se cumple el centenario de su nacimiento.

Madiba, como se lo llama popularmente, fue hijo del principal consejero del jefe supremo de los Xhosa, la tribu más numerosa de Transkei. Por ello René Ortiz, cónsul honorario de Sudáfrica en Ecuador sostuvo que nació del linaje de ancestrales etnias autóctonas.

Fernando Miño, historiador, citó varias frases célebres de Mandela. “La gloria más grande de la vida no reside en no caer sino en siempre levantarse”, citó al resaltar las palabras del hombre que –agregó– buscó crear un mundo mejor.

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A criterio de Miño sería ideal que “los que fungen de nuestros líderes al menos las oigan y con suerte para nosotros traten de emular su visión de servicio”. Para la Embajada sudafricana, Nelson Mandela dejó una huella indeleble, que no se va a poder borrar. (I)