Sigo convencida de que el nombre famoso no convierte a los pensadores o escritores en maestros.
Debo confesar el temor a salir por las noches que tuve que vencer, en esta ciudad peligrosa. Pero habría lamentado perderme la obra.
El sistema de justicia de este país nos debe la simple y ejecutada aplicación de la ley. No podemos seguir dando al olvido tanto caso de agresión.
Ramírez tiene la habilidad suficiente para salpicar de humor situaciones en las que hay gente que se juega la vida.
Los discursos políticos no nos atrapan y las religiones emergen de una prédica que estuvo guardada en el inconsciente o se callan para siempre.
Una adultez que practica la lectura conoce la sensación –solo la sensación– de lo infinito. Siempre hay un libro más, un tema nuevo.
... Respirar al Guayas ampliaba los pulmones y sembraba en el alma gran sensación de libertad.
El lector de la prensa recordará los casos –tan escandalosos en su momento y ya tan olvidados– de esa cadena de víctimas del oprobio machista.
¿Todo esto por el Niño Jesús? Bueno fuera. “Yo soy ateo, pero me encanta la Navidad”, decía un amigo.
El oro y las piedras preciosas tienen historia propia e historia teñida con sangre.
Cuán próximos o distantes están los jóvenes actuales de ese tiempo pasado que ha conducido al Ecuador a las realidades que nos agitan y perturban.
Lo más interesante es que la fantasía no es insustancial ni gratuita. Está poblada de nuestros fantasmas ocultos o ilustra los sueños anhelados...
Felices los que se ganan la vida dedicados a profesiones para las que están vocacionados.
El fuerte tiene que eliminar al débil, al equivocado, al diferente. En esa dualidad nos hemos educado.
La deseada es una novela que nos enfrenta a lo diferente que está frente a nuestros ojos.
¿Soy racista?, ¿en qué momento surgió la conciencia de “esa” diferencia?
Me molesta sufrir choque con mis propias experiencias cuando constato que he cambiado, pero no para bien.
Cada expositor trae consigo experiencias e información que superan la rigidez de un texto.
A los adolescentes que se atragantan con historias de misterio y romance, deberían ayudarlos a ver que la literatura sirve más que para un rato de ensoñación.
Don José es un autor de la madurez, que dejó pasar décadas entre su primer par de novelas y el grueso de su producción.
Impresiona saber que esta, una de las 10.000 piezas escritas por Bolívar, ha producido tanto caudal.
Yo creo que cada materia es proclive a la enseñanza –por mención, ejemplificación y orientación intelectual– de principios de conducta.
Ñamérica es el continente más desigual del mundo, donde 420 millones de habitantes sitúan sus necesidades en una desajustada escala que marca pobreza.
Al año del nuevo gobierno, muchísimos estamos decepcionados.
Cualquier esfuerzo por conocer esos pasajes de nuestra historia tiene que complementarse con esta gran novela.
Ahora aspiro a ese mediano pasar, sin demasiados sobresaltos, abundoso en pensamiento y reflexión, y nutrido de las voces con quienes conversar es un arte.
... para eso existe la ficción, entre otros motivos, para consolarnos de lo que nos niega la realidad...
Soy consciente de que los gustos y las necesidades poéticas han cambiado.
¿Habrá que volver a los archivos o simplemente será cosa de mirarnos los unos a los otros?
Si el gran José Saramago escribió El evangelio según Jesucristo, la española Cristina Fallarás se atrevió con El evangelio según María Magdalena.