Hay que aprender a ver. ¿Qué es la antropología?
¿Cómo se recupera una familia tras una tragedia que destroza a sus miembros? ¿Que incluso arrasa su futuro?
Y es que el contemplar o padecer la destrucción de un mundo es una experiencia humana inmensa.
Panamá piensa que ha conquistado el cielo y la gloria. Y lo hace a partir del signo que le dejó la portentosa historia de su canal.
Maria Callas quiere, con todas sus fuerzas, volver a escucharse. Que la alquimia que ofreció al mundo le sea dada.
No es fácil conducir una Corte. El juez al que se le encomienda esa tarea ejerce como un primus inter pares o primero entre iguales.
Los fanatismos más radicales han vuelto... La pregunta es: ¿cuán críticos podemos ser con estos fenómenos?
Bob Dylan, con veinte años a cuestas, ha llegado a Nueva York en busca del mítico cantautor Woody Guthrie, al que le debía tanto.
Se trata, entonces, de un libro en el que aún América Latina existe, pero a duras penas. Y el reto es que siga existiendo...
Lo que no me cabe duda es que supo entender que la historia decanta en las decisiones que tomamos ante las encrucijadas.
¿Entregaremos el poder constituyente a nuevos mesiánicos? ¿Repetiremos el mismo error y la misma fórmula?
Algún día, tengo la esperanza, el Ecuador recobrará la cordura y podrá evaluar esta época en su ominosa dimensión.
En algunos sentidos, ha sido un año de derrotas. Yo nunca he perdido tanto, pues tuve que despedirme de mi maestro...
Lo triste es que gran parte de la sociedad ecuatoriana preferirá proteger a muñecos de cartón por sobre el derecho a la crítica...
Ilegal porque se basa en una norma que no contempla esa sanción para la supuesta conducta que le endosan.
(...) eso es lo de menos, porque la gente no lee dictámenes, sino que ve el TikTok, cuando hay como cargar celulares.
Nietzsche pensaba que el mundo sin la música sería un error. Para muchas personas (...), el mundo sin los Beatles sería un error.
¿A cuál de los dos Borges rindo este homenaje, en este trajinar de cementerios?
Nápoles, como el cine de Sorrentino, me han recordado que ya somos la felicidad que buscamos.
Hay viajes hechos de cenizas. Subo al cono del Vesubio, por un sendero de treinta minutos, con la Nápoles de mi adorado Paolo Sorrentino a mis pies.
Hace 49 años, Iván Egüez transformó la historia de la literatura ecuatoriana, con un personaje indispensable...
El núcleo de este texto, entonces, es su defensa de la mesura, un atributo con el que no nace Juan Benigno Vela, sino uno que alcanza en la madurez de su vida.
¿Por qué, entonces, se retira a sus 34 años? Decidió dejar el fútbol cuando su carrera estaba en la punta de la ola.
Cuando era diputado dijo en el pleno que debemos ser mejores que las leyes que tenemos. No lo escucharon.
“(...) lo creía: va a llegar un momento en que todo cambie para bien. Por eso, al fútbol le debo todo”.
En otros tiempos, un autoritarismo persiguió hasta la expulsión a Manuela Picq y a más de un centenar de cubanos...
(...) quienes controlan la burocracia cultural municipal, y sus acólitos, operan con el bullying y el cargamontón.
A diferencia de los (seudo)intelectuales de hoy, que no se equivocan, no ha pretendido ser un Torquemada.
Si bien los aplausos del público hacia Cordero, Valencia y Bustos son verdaderas ovaciones, hay tristeza.
Entonces pensé en Paul Auster y... que la literatura contara la historia sobre cómo las ciudades forjan su identidad...