Corea del Sur y Perú empataron ayer sin goles en un partido amistoso en el que a la blanquirroja le costó mucho entrar en el encuentro, debido al empuje del combinado asiático, y estuvo muy poco acertado en el segundo tiempo, en el que gozó de las mejores ocasiones.

A pesar de que el técnico uruguayo de la bicolor, Sergio Markarián, salió con toda su artillería en la delantera, con Claudio Pizarro y Paolo Guerrero, el aguerrido centro del campo surcoreano apenas permitió que en la primera parte les llegaran balones claros.

El equipo surcoreano, en el que el seleccionador decidió apostar por dar la alternativa a los jugadores locales y no convocar a ninguna de sus estrellas de equipos europeos, se hizo con el balón y dispuso de buenas ocasiones para adelantarse en el marcador, salvadas únicamente por magistrales actuaciones del portero peruano.

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El equipo sudamericano no pudo con la presión de los surcoreanos, rápidos y agresivos, y solo dispuso al final del primer tiempo de un buen disparo de Yotún, atajado por el arquero asiático.

Con el tradicional carrusel de cambios en la segunda parte, los surcoreanos bajaron el ritmo y el balón cambió de bando, momento que aprovechó el combinado de Markarián para disponer de una buena ocasión de Pizarro a los pocos minutos de la reanudación. Pero las mejores oportunidades llegaron casi al final para Perú, aunque falló en la definición.