Sueldos impagos, futbolistas que protestan por sus condiciones laborales y un control monopólico por parte de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), son clara muestra de una crisis financiera por la que atraviesa el balompié nacional.

Es conclusión que expuso ayer el colombiano Carlos González, secretario jurídico de la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPro). Una delegación de esta agrupación visita el país para buscar soluciones, en conjunto con la Asociación de Futbolistas del Ecuador (AFE), a una situación que sigue en deterioro.

“Seamos objetivos. Hay demandas contra los clubes en la FIFA, informes con millones (de dólares) en deudas y jugadores se quejan de deudas acumuladas. ¿Si esto no es crisis, entonces qué es?”, comentó.

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El directivo de la FIFPro participó de la responsabilidad a la Ecuafútbol. “Si la Federación cumpliera lo que la FIFA dice, no habría este problema y evidentemente no lo hace”, dijo González, especialmente con lo relacionado a los sueldos impagos de las plantillas y otras obligaciones pendientes por parte de los clubes de Ecuador.

González enfatizó en el caso del Deportivo Quito, que de no pagar un monto superior a los $ 200.000 no jugará el domingo con Emelec, ante una disposición reglamentaria que impide actuar a los clubes que mantienen deudas vencidas.

“Me gustaría ver que juegue a pesar de incumplir obligaciones de pago, porque si eso se concreta sería que la Federación sigue auspiciando el incumplimiento de los clubes”, señaló el colombiano.

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Aseguró González que la Ecuafútbol “ha ejercido un control monopólico y no ha tenido una contraparte que recién ahora está despertando, porque la AFE, en manos de Emilio Valencia (hasta el 2011) fue un títere para la Federación”.

La FIFPro llevó ayer a la Asamblea Nacional, para exponer ante el Grupo Parlamentario por el Deporte, presidida por el exjugador Agustín Delgado, un pedido de reformar la Ley del Futbolista, expedida en 1994, considerada “obsoleta”, por atentar a los derechos de los trabajadores del balompié.

El 90% de los clubes están quebrados. Los intereses de los equipos afiliados (a la FEF) es lo que Luis Chiriboga debió precautelar. La situación es realmente preocupante.Agustín Delgado, exdelantero tricolor