La última vez que Álex Bolaños pisó el Monumental fue el 17 de diciembre de 2014. Ese día, como volante de Barcelona, jugó la final de ida con Emelec (1-1). Cuatro días después, en la vuelta, perdida 3-0, fue expulsado por agredir a su hermano Miler. Entre acusaciones de la directiva canaria y reclamos de los hinchas, se alejó del club.