El triunfo de Portugal en la final de la Eurocopa 2016, ante Francia, dio carpetazo a una historia plagada de decepciones para la selección lusa, cuyos resultados a nivel internacional no llegaron a culminar las expectativas creadas por varias generaciones de notables futbolistas.

El gol de Éder en la prórroga llevó al éxtasis a millones de portugueses que nunca habían presenciado un título de su combinado mayor, pese a haber contado con jugadores históricos de la talla de Eusebio, o la más reciente ‘Generación de Oro’, integrada por Luis Figo, Fernando Couto, Joao Pinto, Vitor Baia, entre otros.

Pese a sus poco más de 10 millones de habitantes, Portugal ha sido históricamente un eficaz vivero de futbolistas que recalaban en los principales clubes europeos. Pero los triunfos a nivel de equipos, entre los que destacan las cuatro Ligas de Campeones conseguidas entre el Porto y el Benfica, no habían tenido su extensión con el seleccionado rojo y verde.

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Portugal ha alternado períodos a lo largo de su historia de la práctica de un fútbol más preciosista y de calidad, con otros en que se valía exclusivamente de la solidez defensiva y de los contragolpes. Pero en todos ellos el denominador común fue la falta de triunfos.

Quizá la derrota más dolorosa fue la producida en la Eurocopa que organizaron en el 2004 ante Grecia (0-1). Un gol de Angelos Charisteas pulverizó las ilusiones de todo el país, que ya se veía ganador ante un rival netamente inferior.

Aquella escuadra, dirigida por Luiz Felipe Scolari, DT campeón con Brasil en el Mundial 2002, y en la que ya aparecía un joven Cristiano Ronaldo, era comandada por Figo, y con una columna vertebral formada por jugadores que habían ganado la Champions aquella temporada con el Porto.

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Figo formó parte de una prometedora generación que fue campeona de Europa sub-17 y del mundo sub-20 en 1989 y 1991, junto a figuras de gran calidad como Joao Pinto y Rui Costa, entre otros, pero todos colgaron las botas sin conocer las mieles del éxito con la selección absoluta, debiendo contentarse con el cuarto puesto en el Mundial 2006 y la medalla de plata en Eurocopa 2004.

La mejor actuación de Portugal en un Mundial se produjo en Inglaterra en 1966, de la mano de Eusebio, primer Balón de Oro portugués. Los lusos cayeron en semifinales ante Inglaterra, luego campeón. Su siguiente aparición en una gran cita ocurrió tras casi dos décadas, en la Eurocopa de Francia 1984, donde de nuevo el anfitrión y futuro campeón los apeó en semifinales del torneo.

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Ayer, al arribar, los jugadores de Portugal posaron para una foto de grupo detrás del trofeo acompañado de una fotografía de Eusebio. Todo un símbolo en reconocimiento a la historia del balompié lusitano. (D)

El título de la Euro es para todos los portugueses, para todos los inmigrantes, para toda la gente que creyó en nosotros.Cristiano Ronaldo, jugador portugués