El argentino Omar De Felippe asumió la semana anterior la dirección técnica de Vélez Sarsfield de su país; sin embargo, no olvida su pasado reciente, cuando estuvo al mando de Emelec, con el que logró el título del 2015 en finales con Liga (Q).

Su éxito, que representó la obtención del primer tricampeonato en la historia eléctrica, hacía presumir una larga estancia de De Felippe en el banquillo azul, pero resolvió marcharse cinco meses después. En una charla con radio La Brújula 24, de Bahía Blanca, el DT dijo que aún agradece la oportunidad que tuvo en Emelec y reveló que la decisión de no renovar fue porque su esposa no pudo adaptarse a Guayaquil.

“La pasamos muy bien (en la ciudad). Estuve un tiempo solo y después hicimos el traspaso de la familia, de la escuela (de sus hijos). Ellos (sus familiares) estuvieron un semestre (en Ecuador)”, señaló De Felippe.

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“Al final del 2015 nos costó sostener (la situación de su hogar en Guayaquil) porque no se acostumbraron a la ciudad y optamos por volver (a Buenos Aires). En diciembre ya había conversado con el presidente (Nassib Neme) que mi mujer no se había adaptado y que iba a cumplir el contrato (que acababa en junio)”, añadió.

De Felippe, de 54 años, explicó que su esposa e hijos retornaron a Argentina en diciembre anterior. ¿Pero no la pudiste convencer (a su esposa) de continuar en Guayaquil?, le preguntó el periodista al adiestrador, que respondió: “No la pude convencer. Tengo dos hijos chicos y estar lejos de ellos es complicado. Yo ya no soy ningún pibe”.

Agregó: “La cosa estaba medio complicada (con la cónyuge) y creímos que lo más importante es estar con ellos (sus hijos) y verlos crecer que priorizar este lindo trabajo”.

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Consultado si influyó en su alejamiento de Emelec el tema de la educación de sus vástagos, De Felippe indicó que no. “Allá (en Ecuador) tienen un buen sistema de educación. Hay cosas que funcionan muy bien, no se pierden mucho las clases. Ojalá con el tiempo podamos volver a esta senda”.

De Felippe dirigió a los azules hasta el pasado 20 de mayo en un 2-2 con Delfín de Manta en el Siete de Octubre, de Quevedo. “Estábamos bárbaros. El equipo fue campeón y cuando regresamos quedó primero, creo que con cuatro puntos de ventaja y dos partidos pendientes”, contó el estratega.

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El DT recordó que su arribo a Emelec se dio en el mejor momento y por ello indicó que fue un “desafío” dirigir al cuadro.

“Cuando llegué a Emelec las cosas iban muy bien. Era el equipo bicampeón, con jugadores de selección y altamente competitivo. Por eso fue un desafío tremendo y sostener el rendimiento del conjunto”, concluyó De Felippe. (D)