La leyenda del tenis ecuatoriano Francisco Segura Cano estuvo de paso por Guayaquil en febrero del 2005 y su estancia fue aprovechada por EL UNIVERSO para una entrevista que, a la postre, sería la última para este medio.

Segura Cano volvía a la ciudad luego de diez años de ausencia. Aquí reproducimos la entrevista que ofreció hace doce años el tenista ecuatoriano que falleció este domingo en Estados Unidos.

 

Publicidad

3 de febrero de 2005

‘Pancho’ Segura, el feliz regreso de un ídolo a su ciudad

Exmonarca del tenis mundial recibió la Gran Cruz Olímpica.

Publicidad

Por Peter Aguirre

Parecía un joven inquieto, a pesar de haber nacido con una deficiencia física en sus piernas (arqueadas) y que ahora, a sus 83 años, le impide articular correctamente sus rodillas. Salió del hotel donde se hospeda y se dirigió con rapidez impensada hacia la vereda, como cuando en su época de esplendor, con su raqueta, devolvía una pelota a dos manos. Es el mítico Francisco Segura Cano, leyenda del tenis ecuatoriano y mundial, que visitó Guayaquil después de diez años de ausencia.

Publicidad

“Miren esa morena. Las mujeres de mi ciudad no las cambio por nada”, dijo sonriente el pasado lunes, bajo un cielo gris.

Pancho Segura compartió con este Diario sus recuerdos de momentos difíciles y de gloria en su vida profesional.

Pregunta: ¿Puede controlar la nostalgia de visitar nuevamente al país?

Respuesta: Siempre va a existir nostalgia. Uno nunca olvida donde nació y a los amigos de infancia. Los momentos agradables y los angustiosos también, porque así es la vida. Me siento feliz de compartir con mis amigos momentos de risa, alegría y de zanganadas (sonríe).

Publicidad

P: ¿Qué recuerda cada vez que llega a Guayaquil?

R: Jugar a la rayuela con mis amigos, pescar en el río Guayas, hacerme la “pava” del colegio, molestar con los apodos. A mí me decían Pata de loro, a otro amigo lo llamaban Tonto alegre. A todos los recuerdo con cariño.

P: ¿Qué significado tiene la condecoración Gran Cruz Olímpica, Grado de Oro?

R: Es memorable. Cuando uno llega a mi edad se reciben premios, pero la gente se acuerda menos de uno. Este galardón lo voy a recordar por el resto de mi vida. Este es el triunfo más grande en mi carrera tenística, al igual que estar entre los cinco deportistas nacionales más destacados del siglo XX (Jorge Delgado, Alberto Spencer, Andrés Gómez y Jefferson Pérez).

P: ¿Este premio representa más que los tres campeonatos mundiales de tenis que ganó?

R: No lo puedo decir; bueno, creo que en este momento sí, por mi edad. Estoy en el Salón de la Fama Internacional, de veteranos, tengo otros cinco premios, pero este es el más valioso porque es de mi patria: del Ecuador, donde me hice.

P: ¿Cuán difícil fueron sus inicios en el tenis?

R: Cuando uno nace pobre eres pasapelotas y vives en un club de millonarios. Siempre hay ciertas dificultades y momentos angustiosos porque en el Guayaquil Tenis Club, en mi niñez, no podía llevar amigos de mi esfera social y económica porque no los aceptaban. Pero surgí porque me sobrepuse a todo con sacrificio y fui a Estados Unidos.

P: ¿Aún conserva recuerdos de sus inicios deportivos?

R: Claro. Raquetas y fotografías. Recuerdos de 1938 cuando gané en Bogotá el Bolivariano. Ahora viajo para recoger los pasos.

P: ¿A qué se dedica?

R: Veo tenis, doy clases técnicas y a una vida tranquila.

P: ¿Qué lugar ocuparía en la ATP si fuese jugador en la actualidad?

R: Estaría entre los primeros cinco lugares y sería millonario. Ahora se gana como 20 millones al año y en mi época no se ganaba ni un centavo.

P: ¿A quiénes dirigió en su etapa como entrenador?

R: A Jimmy Connors, que fue mi mejor alumno; Andre Agassi, Stan Smith, y otros. A Andrés Gómez, un poco de consejos de vez en cuando.

P: ¿Mantiene intactas sus cualidades para reconocer a futuros grandes tenistas?

R: Tengo mucho conocimiento técnico. Yo sé quién tiene posibilidad de ser campeón. Con dos veces de verte jugar puedo decirte si puedes o no ganar un título, si tienes espíritu de lucha, desplazamiento, ganas de triunfar y concentración intensa.

P: ¿Ha visto jugar en los últimos meses a los hermanos Lapentti?

R: Sí. Los vi en Australia el año pasado. Jugaron bastante bien, pero ellos pasan por un momento desagradable como muchos tenistas. Creo que en seis meses o un año van a subir de nuevo; Andre Agassi lo hizo.

P: ¿Por qué Ecuador no puede disfrutar de una generación de tenistas como Argentina o España?

R: Lo puede hacer si quiere, pero tiene que gastar dinero y contratar entrenadores. El deporte es de etapas, subes y bajas. EE.UU. está pasando por eso, ellos tienen como 35 millones de tenistas, pero solo 4 son buenos.

P: ¿Qué mejoraría de los tenistas ecuatorianos en su preparación?

R: Bueno, que hagan picadas, corran distancias cortas y cambios rápidos de pies para tener más agilidad en el desplazamiento. Deben tener más equilibrio para llegar y saltar.

P: ¿Le hubiera gustado jugar un partido de dobles con Andrés Gómez?

R: Claro, si tuviéramos la misma edad. Yo era más rápido que él, pero él tiene mejor servicio por la estatura.

P: El mejor jugador de tenis del mundo en la actualidad...

R: Roger Federer y Marat Safin son los mejores, sin querer quitarle méritos a nadie.

P: ¿Cuál fue el partido más difícil que jugó?

R: Contra el español Pancho González en 1957, en Australia, le gané 15-13 en el quinto set. Fue un partidazo.

P: ¿Qué victoria del equipo Copa Davis de Ecuador lo emocionó?

R: Cuando ganaron Miguel Olvera, Pancho Guzmán y Eduardo Zuleta ante Estados Unidos (1967). Fue un señor juego, fue un batatazo.

P: ¿Cómo quisiera que recuerden a Pancho Segura?

R: Como un tipo que nació de la nada y surgió por su esfuerzo. Nadie debe perder la humildad, solo el bruto la pierde porque es pretencioso. Eso no ayuda a crecer.