Son pocos días de trabajo hasta el domingo y Juan Ramón Silva tiene mucho por corregir en Deportivo Cuenca. Los colorados visitarán a Barcelona, "el mejor equipo" del torneo y llegarán apurados por un triunfo para salir de los últimos lugares de la tabla.

A la salida de Aníbal Biggeri, el uruguayo asumió como interino la dirección técnica de un club que en nueve juegos ganó uno y empató tres, para ubicarse penúltimo en la tabla, "una posición fea para el Cuenca", dijo Silva.

El técnico interino señaló que ha visto poco al plantel, pero que analiza los juegos disputados esta temporada. De un primer balance dijo que "hay inconvenientes por todos lados", y que buscará la forma de corregir "algo" antes de visitar a Barcelona, donde los colorados buscarán "dar un paso gigante", y sumar puntos.

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"Se harán cambios, tampoco podemos hacer un giro total, eso es muy difícil porque nos vamos a quedar en medio camino y podemos terminar de confundir a todos", comentó el estratega.

Para estos días de trabajo, Silva habló de "despertar la rebeldía del grupo", pero el tiempo es corto, su objetivo para esta fecha "es que el Cuenca haga un partido digno, ni siquiera hablo de un buen resultado, sino de un partido digno, espero que los jugadores me respondan", apuntó.

La directiva del cuadro morlaco analiza nombres para entregar la dirección técnica, Silva no se descarta de esa posibilidad, pero de momento solo piensa en cumplir con la institución. "Si luego tengo que volver a las divisiones formativas lo haremos con mucho gusto, y con la tranquilidad que hice lo posible, que intentamos devolver al equipo a un buen camino. El técnico que venga tiene que sumar puntos, el club está en una situación comprometida y hay que cambiar eso, hay la obligación del resultado", señaló el estratega. (D)