Su llegada a Ecuador fue silenciosa. Sin aficionados para recibirlo en el aeropuerto de Guayaquil y sin rueda de prensa, y ningún directivo llevó una camiseta para que el nuevo refuerzo sea fotografiado. Y pese a llegar casi en el anonimato, Ángel Luis Liciardi vino para fabricar goles en una cantidad escalofriante. En 1970 Emelec fichó al Tano, que arribó del Belgrano de Córdoba, donde jugó entre 1968 y 1969.