El Mundial de Atletismo de Doha 2019, clausurado el domingo pasado, fue el primero desde la retirada del mítico Usain Bolt. Fue un campeonato con hazañas en la pista y grandes marcas, pero sin una figura carismática y ultramediática del alcance del jamaicano. ¿Será la cita olímpica de Tokio 2020 el lugar donde surja una figura como la del Rayo, que eclosionó precisamente en unos JJ.OO., en los de Pekín en 2008?

“No digan que soy el nuevo Bolt. Soy yo mismo”, pidió Noah Lyles después de coronarse campeón de los 200 metros con un gran tiempo de 19 segundos y 83 centésimas, aunque lejos del récord de Bolt (19 segundos y 19 centésimas en Berlín en 2009).

Pero Lyles tiene un 19 s 50 cs, logrado este año en Lausana, que lo sitúa como el cuarto mejor de la historia con apenas 22 años, lo que hace que muchos lo consideren el favorito a ser la nueva superestrella del atletismo en el ciclo olímpico que debe conducir a París 2024.

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Y no únicamente por sus tiempos, también por su carácter fuera de la pista.

Rapero aficionado, juguetón con las cámaras, amante de un cierto nivel de show en la pista... Hasta se tiñó el pelo de color plateado para parecerse en Doha a uno de sus ídolos del manga, el protagonista de Dragon Ball, cuando entra en su estado de superpotencia.

Christian Coleman, el nuevo rey de los 100 metros, es más sobrio, aunque en la pista brilló con 9 s 76 cs.

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Su imagen, eso sí, quedó manchada unas semanas antes del certamen al conocerse sus tres faltas a las obligaciones sobre la localización para controles antidopaje. Evitó una sanción al ser en un periodo superior a un año, pero su capacidad para llegar a ser un gran ídolo quedó dañada por ahora.

Tanto Lyles como Coleman acabaron Doha 2019 con dos oros, tras ganar juntos el relevo 4x100 metros.

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Lyles no corrió los 100 metros y Coleman no lo hizo en los 200 metros. Su gran duelo en una o las dos distancias se aplaza a Tokio 2020, donde ese debería ser uno de los grandes momentos de los Juegos.

El Mundial de Doha tuvo grandes cronos para la historia, como subrayó el presidente de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), el inglés Sebastian Coe, en su balance final. “Nos ha quedado bastante claro que en las actuaciones de los atletas este es el mejor Mundial que hemos tenido”, dijo el mítico exatleta británico y también campeón olímpico.

En ellos tuvieron mucho que ver tres mujeres, las heroínas de esta edición. La estadounidense Dalilah Muhammad batió su propio récord del mundo de 400 metros vallas en una final memorable en la que terminó en 56 s 16 cs, superando a Sydney McLaughlin (52 s 23 cs), con un crono espectacular, pero que le relegó a la plata. Muhammad y McLaughlin fueron oro en el relevo 4x400 metros.

En el triple salto, la venezolana Yulimar Rojas triunfó con 15,37 metros, a 13 centímetros del récord mundial, mientras que la bareiní Salwa Eid Naser se colocó como la tercera más rápida de la historia en los 400 metros (48 s 18 cs).

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La próxima cita será en Eugene, en el 2021 

Después de diez días de competición, el Mundial de atletismo quedó clausurado el domingo anterior. La próxima edición tendrá lugar en Eugene (Estados Unidos) en el 2021, aunque antes estará la gran cita del 2020, los Juegos de Tokio, el punto culminante del actual ciclo olímpico. 

El Mundial de  Doha 2019 bajó el telón en una jornada en la que Estados Unidos confirmó su clara hegemonía en esta edición y en la que la mítica Allyson Felix añadió un decimotercer oro mundial a un palmarés de ensueño. 

El récord de medallas mundiales de la atleta californiana se eleva ahora a 18 preseas (trece oros, tres platas, dos bronces), mientras que Estados Unidos iguala su plusmarca de catorce títulos en una misma edición. 

EE.UU.  dominó desde el segundo día el medallero del Mundial, donde cerró con 14 oros, igualando su récord, en un total de 29 metales. Lejos, en el segundo lugar, aparece Kenia, con cinco oros (total de once medallas). (D)