Ser la primera surfista tricolor en clasificar a unos Juegos Olímpicos es el sueño que desea cumplir Dominic Barona, quien tiene programado un riguroso entrenamiento en los próximos meses para ir al Mundial ISA, el World Surfing Game, en El Salvador, la escala rumbo Tokio 2020.

Mimi (28 años), nacida en Montañita, dialogó con este Diario sobre sus inicios, los obstáculos para la práctica de su deporte y cómo lo ve de cara al futuro.

¿Cómo se financia usted la práctica de este deporte?

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Es bien difícil en el surf tener apoyo económico porque no hay muchas empresas privadas que apuesten por el deportista nacional y más que nada en este deporte. Desde que empecé a practicar surf, a los 6 años, tuve la ilusión de que iba a contar con el apoyo de cualquier sector. Ahora, por los resultados, la Secretaría del Deporte nos apoya, por los dos subtítulos mundiales, por la medalla de plata en los Panamericanos
y por mi trayectoria. Además, tengo el respaldo de Ecuasal desde hace años; de CE Surfer, de Don Café, a nivel nacional; y desde este año me apoya la marca Corona.

¿La decepcionó alguna vez la falta de ayuda?

Me ha tocado luchar toda mi carrera y sigue siendo difícil; no es fácil. Gracias a Dios pasé todo eso para aprender a valorar todo y tuve garra para poder lograrlo. Aquello también me motivó, tanto como mi familia, para realizar torneos para los niños y tal vez en el futuro se pueda tener un campeón mundial.

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Mi papá fue mi guía. En Montañita era buzo y salvavidas y nos enseñó el respeto y amor por el mar, y nos inició en la práctica del surf. Mimi Barona, surfista ecuatoriana

¿Qué ha hecho su Federación por usted?

En la Ecuatoriana de Surf, por diez años, hubo dirigentes que no hicieron nada. En los últimos tiempos llegaron otros que se preocuparon por la financiación. Entregaron mis resultados al Ministerio del Deporte (ahora Secretaría) y esta entidad los revisó y aprobó apoyarme al ver que había ganado un subtítulo en Perú. Tuvimos solo un apoyo económico en el 2014 y luego me lo retiraron porque el surf no era un deporte olímpico, pero me lo devolvieron en el 2016 cuando se aprobó al surf para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. En el 2017 ingresé al plan de Alto Rendimiento y sigo ahí por la presea de plata (panamericana del 2019).

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Aún no clasifica a Tokio. ¿Qué oportunidad tiene?

Tenemos el Mundial ISA, el World Surfing Game, en El Salvador, en mayo (del 9 al 17), y ahí es donde tendremos la opción de clasificar a JJ. OO. Tengo entendido de que hay disponibles siete cupos para mujeres y cinco para hombres. Ecuador tiene su equipo de tres mujeres e igual número de hombres; ojalá pueda viajar el equipo completo, porque en los últimos años no se ha podido por falta de dinero.

¿Cuál será su plan de trabajo para la competencia en Centroamérica?

Entrené fuerte en las últimas semanas en Montañita. En los próximos quince días viajo a Australia, donde participaré en tres torneos; luego iré a Puerto Rico (13 al 15 de marzo) y de ahí a Barbados (17 al 21 marzo). Esto lo hago para tener más roce internacional. Después regreso acá, a finales de marzo, para hacer base de entrenamiento y después ir a El Salvador para seguir con mi trabajo por un mes y estar lista para el Mundial.

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¿Hay futuro aquí para el desarrollo del surf?

Ahora todo va por buen camino, todo es más accesible. Cuando yo empecé, conseguir una tabla era superdifícil porque no llegabas a reunir los $400 o $500 que costaba solo la tabla. Pero la situación está cambiando por la ayuda que se recibe del sector privado. Aquí estamos bendecidos porque tenemos una costa increíble y somos afortunados por tener agua caliente y buenas olas en nuestras playas. En resumen, la cancha ya está lista, solo falta más apoyo para el talento que hay ahora. (D)