Hoy, más que siempre, soy un devorador de diarios y revistas de todo el planeta aprovechando la tecnología y el ocio de la obligada cuarentena. En un mes he visto, además, más películas que en los últimos cinco años y he releído libros en los que he descubierto muchas cosas que me salté en la primera vez. La sensación de confinio, el aburrimiento y el hartazgo noticioso sobre la pandemia también tienen su lugar.