“Los partidos los ganan y los pierden los jugadores”, dice un axioma creado por… los jugadores. ¿Los campeonatos también…? Huuummm… Lo dudamos muchísimo. Desde luego son ellos quienes salen al campo, pero todo proyecto ganador hoy nace de un excelente entrenador, un profesional calificado, trabajador, comprometido con el club, con mentalidad ganadora y buen relacionamiento con los futbolistas. Y de un presidente que sepa elegirlo, respaldarlo y darle los elementos necesarios. Si presidente y entrenador reúnen esos perfiles, el éxito es infalible, se da con un plantel brillante y con menos también, hasta con uno de obreros. “Cuando la cabeza anda bien, anda bien todo el cuerpo”, filosofaba el querido Maño Ruiz. De arriba viene todo. La clave es crear el ecosistema para el éxito basado principalmente en la armonía y la capacidad. Lo acaba de demostrar Barcelona con Alfaro Moreno y Fabián Bustos, lo demostró ampliamente Nassib Neme con Gustavo Quinteros y otros.