Que el Clásico del Astillero tiene la categoría de partido distinto a cualquier otro que se dispute en Ecuador no solo se confirma porque enfrenta a los dos clubes más populares del país, o porque la inigualable rivalidad deportiva de ambos equipos no deja de incrementarse cuando ese antagonismo se encamina a los 80 años de existencia. La condición de juego único se verifica incluso en detalles aparentemente menores.