Desde que tenía seis años, Iván Triviño entendió que su corazón latía a ritmo de Barcelona Sporting Club. No fue por imposición familiar ni por moda. Fue —como él mismo dice— “amor a primera vista”, aquel día de 1985 en el estadio Modelo, llevado por su tío.
Desde entonces, su vida se tiñó de amarillo. Hoy, con casi 46 años, es mucho más que un hincha: es un comunicador que ha hecho de su pasión una trinchera pública, llegando a ser considerado como el influencer número uno de Barcelona SC. Dueño de un estilo frontal, polémico y sin filtros, Triviño ha sido una voz incómoda para varios dirigentes del club, a quienes ha cuestionado sin temor a las consecuencias.
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No oculta su camiseta. La muestra con orgullo y compromiso. En sus palabras se mezcla el fervor del fanático con el ojo del periodista, ese que aprendió a escuchar radio desde niño solo para saber más del equipo de sus amores.
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A través de los micrófonos y la pantalla, ha construido un personaje auténtico: el hincha con micrófono. En esta entrevista con EL UNIVERSO, Triviño repasa sus inicios en la comunicación, sus peleas con directivos y la emoción de ser barcelonista, como romper la puerta de su cuarto celebrando un gol que evitó el descenso, en el año 2000.
¿Desde cuándo cree que se hizo hincha de Barcelona SC?
Voy a cumplir 46 años, me hice barcelonista a los seis; sabía que era barcelonista pero no había visto al equipo. A partir del año 85 que fue el primer título que vi empieza este enamoramiento. Lo vi en el estadio Modelo y fue como un amor a primera vista. Mi tío William Triviño me llevó al estadio por primera vez.
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¿Ese sentimiento se lo contagió su familia o vino de usted?
Mi tío era bastante efusivo como hincha, vivía con mucha intensidad los partidos y como iba con él al estadio... yo era barcelonista pero al verlo se me pegó eso y ya lo superé. Me dice: ‘yo nunca he sido como tú, no me eches la culpa de lo que haces (entre risas)’.
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¿Cómo inició en la comunicación?
Es un sueño que yo tenía. Quizás el hecho de saber de Barcelona SC y de estar informado hacía que escuche radio todo el día hizo que me guste.
¿Desde cuándo decidió hacer periodismo solo de Barcelona SC?
Tengo 22 años en esto. En 2003 hice prácticas en Cabledeportes, en 2004 comentaba partidos en radio Morena. Luego entro a TV Satelital en el 2009 a hacer solo producción; el canal hizo unos cambios y me ponen a conducir el programa Hablemos de Fútbol. En ese año Barcelona SC casi desciende y los comentarios fueron fuertes. Me propusieron dirigir Amarillo TV en el 2011 y ya fue imposible negar que era barcelonista.
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¿Ese estilo crítico y su forma de comunicar siempre la tuvo o lo fue adquiriendo con el tiempo?
Es un estilo que tengo de vida. Me gusta reclamar por las cosas que yo considero justas, soy un poco temperamental, antes lo era más. Ahora pienso antes de hablar. El estilo sale porque al aire reclamaba cosas que estaban sucediendo y era muy polémico. Me enamoré de Barcelona SC y es como que se metan con un ser querido.
¿Ha tenido discusiones con dirigentes?
Con todos. Siempre hubo críticas, no es que lo haga por molestar, pero ninguna gestión es perfecta. Uno desde su lugar debe opinar lo que va viendo. Son gajes del oficio.
¿Con cuál fue el directivo que más se peleó?
Con José Francisco Cevallos. Tuve muchos enfrentamientos con él porque empezó muy bien pero después no sé qué pasó. Hasta el día de hoy me habla, pero uno no puede opinar pensando que alguien se va a resentir, incluso el público.
Usted creció viendo campeón a Barcelona SC, pero muchos no lo hicieron. ¿Por qué cree que el barcelonismo igual creció?
Es un fenómeno social inexplicable. Ustedes hicieron el análisis de lo que se vende cuando es campeón. Es como el pueblo, forja su historia o su idolatría con partidos que parecían difíciles de ganar. Dicen que no hay que acordarse de eso sino de títulos, pero esos partidos le dieron la idolatría al club, como contra Millonarios. El pueblo está casi siempre en desventaja, pasa hambre, le ven la cara, pero sale adelante. Barcelona SC es pueblo.
¿Qué siente al saber que el club cumplió 100 años?
Me emociona, es una cuestión muy bonita y nostálgica también. Te pones a pensar en los primeros años, las fotos, los videos y reseñas. Si pudiera regresar en una máquina del tiempo iría al momento cuando se funda Barcelona SC en 1925, a la Hazaña de La Plata y el triunfo ante Millonarios.
¿Qué anécdota más recuerda en sus vivencias relacionado a Barcelona SC?
Me quedo con los momentos que viví dentro, como animar la Noche Amarilla del 2016, 2017 y la del Centenario. Como hincha celebrar el título del 2012. En el 2000 cuando el Chino Gómez mete el gol me volví loco, le metí un puñete a la puerta del cuarto y la destrocé. No sé cómo lo hice. Mi mamá se olvidó del gol para repelarme. Cada que lo veo al Chino lo abrazo. Somos el único equipo que no ha descendido. (D)