Liga de Quito, fiel a la tendencia de varias dirigencias del fútbol ecuatoriano, hizo una arriesgada apuesta y perdió: contrató al enésimo entrenador español que llega al país para recién debutar como DT en primera división (también sucede con técnicos de otras nacionalidades). Josep Alcácer fue un fiasco en la Copa Libertadores, y en el torneo doméstico y ya fue despedido.