Los abusos psicológicos y ultrajes sexuales a deportistas se han extendido en el mundo de forma alarmante. Muchas de estas agresiones se mantuvieron por largo tiempo en silencio para evitar escándalos y desprestigio de organizaciones estatales deportivas de países que intentan demostrar la superioridad de sus sociedades con base en éxitos deportivos conseguidos a cualquier precio.