El nombramiento de Ariel Holan como director técnico de Barcelona Sporting Club no fue casualidad, sino la consecuencia de la urgencia por corregir el rumbo tras el fracaso de su antecesor, el uruguayo Diego López. Bajo el mando de López, el equipo mostró un estilo de juego predecible y limitado, centrado en atacar por los extremos y priorizar la recuperación en el medio campo, dejando de lado la generación de juego ofensivo en esa zona crucial. Este planteamiento no rindió frutos en el club y precipitó su salida antes de cumplir siete meses en el cargo. Para muchos hinchas y analistas, su destitución fue recibida como una decisión necesaria y oportuna.