Barcelona dio un paso de Gulliver en la Libertadores. En lo que se avizoraba como el grupo de la muerte y la recontramuerte, ya acaricia los octavos de final en solo tres partidos jugados. Excelente. Y completamente insospechado dada la jerarquía de los rivales. Debe rematar la faena, desde luego, aunque con 9 puntos, 7 goles a favor y cero en contra ya puede ir gastando a cuenta del premio de la siguiente fase. Gracias a tan buena diferencia de gol, le bastaría igualar con Santos en el Monumental y le darían las cuentas. Con el triunfo de anoche les dejó la bomba en la mano a Boca y el Santos. Ahora es problema de ellos.