Euforia o desazón sin límites. Pasa siempre: tras cada fecha disputada, la Eliminatoria genera sensaciones encontradas, incluso diametralmente opuestas. Y otras curiosas, como las que vive Brasil, que virtualmente clasificó, pero no alegró a sus torcedores. La satisfacción de Ecuador por tantos valores jóvenes con proyección y el desencanto de Chile por ver que el esperado recambio no se dio. O la rabia de Bolivia por no poder salir del pozo en el que está hace décadas. Lo desmenuzamos…