“La final del mundo es un partido diferente. En un choque común quieres demostrar tus cualidades, pero esto es otra cosa, es una situación en la que está todo permitido. La diferencia entre los argentinos y nosotros es que ellos jugaron como una final del mundo. En cada duelo te daban un golpe”, declaró Ibrahima Konaté, marcador central del Liverpool que ingresó a los 112 minutos del inolvidable Argentina 3 - Francia 3. Semejante declaración nos movió hacia un ejercicio apasionante: volver a ver el partido completo. Demandó varias horas, era ver, volver atrás, revisar varias veces algunas incidencias. En letras chiquitas llenamos nueve carillas de anotaciones y análisis. Fue realmente fantástico. Utilizando términos legales, en tiempo real, con emoción violenta, se nos pasan muchas cosas.