¡Cómo es el fútbol! Luis Enrique metió a Pablo Sarabia para la definición por penales, faltó poco para que no los hubiera porque él mismo rozó el gol en el último instante (literalmente, porque el balón salió lamiendo el poste) y llegados a la tanda, falló el primero, trazando la deriva posterior del equipo.

Me parece que fue Kiko (exdelantero de España) el que en el programa Carrusel expresó el temor de que un jugador tan en frío como estaba Sarabia se viera de golpe ante tamaña responsabilidad. De ahí en adelante todos tiraron inseguros y mal, fueron presa fácil para  Yassine Bounou, un portero espléndido.

Unai Simón paró el tercero, hizo lo suyo, abrió una puerta a la reacción, pero no había nada que hacer. Fue una tanda de penales desastrosa, casi al nivel de aquella del FC Barcelona ante el Steaua de Bucarest en la final de la Copa de Europa (hoy Champions) en 1986.

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Lástima. Los muchachos se vaciaron, llevaron el peso del partido ante una Marruecos que jugó en plan (defensivo) de Cholo Simeone, a esperar y a ver si podía cazar algo en sus salidas rápidas. Decía Luis Enrique que España había dominado y desde el punto de vista de la ocupación del campo enemigo y de la posesión tenía razón, pero no podemos afirmar que allí se estuviera jugando a lo que quería España, sino más bien a lo que quería Marruecos.

Pero así son las cosas con frecuencia, un equipo que se tiene por inferior se encierra y el otro se siente obligado a ir una y otra vez contra el muro en busca de rendijas. Esta vez no aparecieron, faltó lucidez, precisión, velocidad en el pase, aquello que vimos ante Costa Rica. (O)