Convencidos como estaban de que eran más avispados que nadie, los mismos que enviaron a una marchista de Ecuador a competir con zapatos con hueco al Mundial de Atletismo de Kenia pretendieron, en el 2019, vernos la cara de bobos a todos. Se trató de un intento de engaño masivo que no tenía la más mínima opción de prosperar. Un disparate demagógico que fue motivo de burla en el planeta.

A través de una locuaz funcionaria pública, de discretos antecedentes como dirigente deportiva, el Gobierno de Lenín Moreno anunció en septiembre del 2019 que era viable pedirle a la FIFA la sede de la Copa del Mundo del 2030. Era facilísimo. En dos meses, según la secretaría del Deporte de la época, ya hasta el presupuesto estaba estudiado y ella había recibido luz verde.

La realidad derrotó a los desvaríos. Este martes la Conmebol lanzó oficialmente la candidatura de Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay para que esos cuatro países organicen de forma conjunta el Mundial del 2030, año en el que se cuando se cumplirá un siglo de la primera edición del torneo (el jugado íntegramente en Montevideo).

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Candidatos, desde el 2019

Pero este proyecto de Conmebol y de las cuatro naciones citadas no es nuevo. El 16 de junio del 2019 (hace 3 años, 7 meses, y 17 días) la Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF) comunicó el respaldo absoluto de la entidad al sueño mundialista de uruguayos, argentinos, chilenos y paraguayos de albergar en sus territorios respectivos la Copa del 2030.

En una entrevista en el diario El Comercio, de Lima, Alejandro Domínguez, presidente de la CSF, remarcó lo siguiente hace cuatro años: “En Conmebol solo hay diez países. Mi trabajo es que cualquier postulación de países sudamericanos logre su objetivo. Ahora hay cuatro países que están trabajando su postulación (para el Mundial 2030) que son Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile. Fue un acuerdo ya tomado con los gobernantes de estos países”.

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Ingenuamente, en noviembre del 2019 (casi un semestre después de la exposición de Domínguez) Andrea Sotomayor, secretaria del Deporte en el gobierno de Moreno, sin tener en cuenta que la decisión de la Conmebol era otra, insistía en que Ecuador estaba en condiciones de ser co-organizador del Mundial 2030.

‘Propuesta a la FIFA’

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“Vamos trabajando. Hay que hacerle la propuesta a la FIFA. Debemos reunirnos con nuestros compañeros de Perú y Colombia y luego hacerle la propuesta a la FIFA”, declaró entusiasta.

Lo cierto es que, lógicamente, nunca existió tal alternativa para Ecuador. La Conmebol ya había comprometido su apoyo a cuatro de sus diez países miembros. Además, como obviamente desconocía la exdirigente de hockey, tradicionalmente, cuando un representante de la Conmebol solicita ser la sede de un Mundial (el último caso fue el de Brasil 2014) todas las demás asociaciones adscritas votan de manera unánime por el aspirante acordado previamente. Nadie va por su lado.

Pero Sotomayor hablaba, en diciembre del 2019, como si la petición de Ecuador hubiese sido aceptada por la FIFA. Hacía hincapié en la necesidad de “ir poco a poco para salir con felicidad en el Mundial”.

La funcionaria le ‘siguió la corriente’ a Moreno (su pariente político). Asumió Sotomayor que en serio era realizable la proposición hecha por el presidente de la República, el 7 de septiembre de 2019, a Iván Duque, su homólogo de Colombia; y a Martín Vizcarra, entonces mandatario de Perú: organizar juntos la Copa del Mundo de la FIFA.

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‘Estamos mejor que Qatar’

Hasta cifras dio la secretaría del Deporte en el 2019: “Qatar hace una inversión tan alta ($18.000 millones para el Mundial 2022) porque no tiene infraestructura futbolística, hasta donde me dijeron. (Ellos) hacen todo nuevo. Nosotros calculamos (necesitar) unos $3.000 o $4.000 millones (para obras mundialistas) y tenerlos en diez años. Ya se hizo un análisis con el Ministerio de Finanzas, y sí es posible”.

Tan “posible” era la postulación de Ecuador que este martes la Conmebol formalizó el acuerdo al que sus diez asociaciones llegaron el 2019. “Es oficial, el continente sudamericano ya tiene su candidatura para el Mundial de 2030. Después de que Argentina fue campeona en Qatar 2022, los países implicados (Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay) hicieron una presentación conjunta en las instalaciones de la AFA”, publicó el periódico AS, de Madrid.

¿Era mentira?

Hoy no deja de sorprender una versión de Sotomayor en el 2019: “la Conmebol ve con buenos ojos” la candidatura tripartita para la Copa del Mundo del 2030 (Ecuador, Perú, y Colombia). Nunca ha aclarado qué directivo del organismo le dijo aquello. En ese mismo año Alejandro Domínguez se refería al “sueño sudamericano del Mundial 2030: la postulación oficial de Uruguay, Argentina, Paraguay y Chile”.

Las cándidas declaraciones de Sotomayor sobre la Copa del Mundo 2030 son antológicas, más cuando el país descartó buscar la sede de la Copa América 2024. Por ejemplo: “Creer que Ecuador no puede hacer un Mundial es un poco corto de visión porque podemos hacer todo lo que queremos hacer”.

Y también dijo en el 2019: “Hay que analizar todos los pedidos de la FIFA y la situación del país en cuanto a esos requerimientos. Tendremos que ver temas de viabilidad y hotelería; en un análisis preliminar vemos que no estamos tan lejos”.

Más aspirantes

Ahora, junto a las postulaciones de Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay, la única oficial que se presenta como competencia es la de España, Portugal y Ucrania.

Las otras opciones que podrían surgir antes de que haya una elección oficial de la FIFA son la de Arabia Saudita, Egipto y Grecia, con una edición que supondría una organización inédita ya que se disputaría en tres continentes. Además de esta, la de Marruecos sería la cuarta, agrega AS.

“Debemos demostrarle al mundo que podemos lograr el sueño de toda Sudamérica. En ese compromiso se encuentran todas las federaciones del continente. La historia y la pasión nos va a dar la posibilidad de ser sede del Mundial 2030″, dijo Claudio Tapia, presidente de la AFA, en el acto de lanzamiento en Buenos Aires.

“Pronto iremos a hacer una presentación a la FIFA y la decisión se tomará en 2024″, añadió el secretario nacional del Deporte de Uruguay, Sebastián Bauzá.

No pudo con las piscinas del Centro Cívico, pero iba conseguir la sede de un Mundial de la FIFA. (O)