La dirigencia de Emelec ha perdido el norte. Sus integrantes sostienen que desde el periodismo se promueve una campaña de rumores e inventos para desestabilizar, y eso no es cierto. Ese argumento es una cortina de humo para encubrir las verdaderas dificultades. Lamentablemente, las noticias negativas han llenado el escenario eléctrico. Quienes administran a la institución del Astillero la han asfixiado y no hay correctivos.

El equipo de fútbol no juega bien dentro de la cancha, y fuera de ella el club está plagado de escándalos. Le recomiendo a José Pileggi, presidente de Emelec, y a su directorio, que hagan un profundo examen de conciencia para que determinen si están en capacidad de seguir al mando.

También les sugiero esto, con todo respeto: si Pileggi y sus colaboradores no están en capacidad de solucionar los problemas de Emelec, váyanse. Dimitan o convoquen a elecciones anticipadas, pero una entidad de tanta importancia en Ecuador no puede seguir de tumbo en tumbo. Señores dirigentes, ustedes pueden ser responsables de la mayor crisis de Emelec en más de 30 años.

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En algunas ocasiones se puede criticar a una directiva por su mal manejo del tema futbolístico, que es lo normal. Pero ese aspecto, el deportivo, se ha mezclado con otros, como por ejemplo una desadministración total en los órdenes económico, reglamentario, el de conformación de cuerpos colegiados y de medidas que no se conocen.

A Pileggi lo veo muy aislado de todo. El presidente de Emelec debe propiciar una reunión con exdirigentes millonarios de alto nivel —que hayan tenido una experiencia importante o hayan realizado una gestión relevante— para que lo asesoren. O, de lo contrario, Pileggi deberá tomar acciones que pongan a Emelec rumbo a una etapa de transición que dé paso a una nueva directiva.

El panorama es peligroso y turbulento. No veo posibilidad de solución en lo futbolístico, porque no hay jugadores para hacer de Emelec un equipo competitivo; y además, se le vienen unos partidos complicadisimos y ya nadie respeta el estadio George Capwell. Sin embargo, mantengo la opinión que lo peor es la desorganización administrativa, lo que tratándose de Emelec implica que la situación sea muy preocupante.

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Al primer año de Pileggi en la presidencia lo calificamos como el de la inexperiencia. Pagó derecho de piso. No obstante, en este 2024 se volvió a equivocar en el fichaje de futbolistas, no puede contratar refuerzos por la prohibición de la FIFA, y sé que económicamente Emelec no está bien. ¿Qué se puede esperar, entonces, para el 2025 y 2026 si Pileggi afronta el impedimento para inscribir jugadores y debe dinero por muchas obligaciones pendientes? Es muy difícil lo que se viene.

No me queda otra cosa que insistir en que Pileggi debe ser inteligente y hacer un acto de conciencia para que establezca si está condiciones de manejar un club que genera tanta presión.

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Deportivamente las expectativas son salvar la categoría. En el 2023 estuvo de media tabla para abajo. En este 2024, la mediocridad se ha adueñado del campeonato de la Liga Pro, con cuatro o cinco equipos que están en el fondo de la tabla y que en la acumulado no van a alcanzar lo que Emelec ha conseguido. Antes esos rivales, Emelec podrá sacar puntos, pero su temporada va a ser muy mediocre. (O)