“Uruguay es tan chico que para tirar un córner te tenés que ir a otro país”, bromeaba Marcos Lubelski, empresario futbolístico rosarino residente en Montevideo, quien sentía verdadero cariño por la patria de Artigas. Esa miniatura demográfica que toda entera cabe seis veces en San Pablo, cinco en Buenos Aires y tres en Bogotá. Es lindo el “paisito”… pero duro futbolísticamente para el visitante. Te lo hace sentir. Ecuador lo sabe bien: nunca pudo cantar victoria en la República Oriental. Para dar una idea, siete veces se disputó la Copa América en tierra charrúa y jamás perdió un partido: fueron 31 triunfos y 7 empates, con 90 goles a favor y apenas 18 en contra. Ello muestra que como anfitrión puede ser amable, pero no hace concesiones. Te invita a pasar, pero tiene al perro al lado gruñendo…