Ángel Di María tuvo esta tarde su reestreno en el fútbol argentino luego de 18 años en el empate a 1 como local de Rosario Central con Godoy Cruz, por la primera jornada del Torneo Clausura.
El exjugador de Benfica, Real Madrid, Juventus, PSG y Manchester United disputó 88 minutos desde el comienzo y marcó de penal en el 78 el único tanto de Rosario Central, que sufrió un agónico empate con el gol del uruguayo Vicente Poggi en el quinto minuto agregado (90+5).
Fideo, campeón del mundo, olímpico y bicampeón de América con la Albiceleste, tuvo una emocionante recepción en el estadio Gigante de Arroyito, en una previa que incluyó entrega de plaquetas de la Asociación del Fútbol Argentino y de Rosario Central, fuegos artificiales, un emotivo video, el ingreso al campo con sus hijas Mía y Pía… y muchas lágrimas.
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Luego llegó el tiempo del fútbol y se vio un Di María muy activo y participativo en su primera presentación con Rosario Central, apenas dos semanas después de haber disputado los octavos de final del Mundial de Clubes con Benfica ante Chelsea.
El tanto de penal, tras una infracción sobre Alejo Véliz -que también volvía al Canalla tras su paso por Europa- fue el momento de clímax con festejo con su tradicional corazón y la casaca al viento, que derivó en su posterior amonestación por parte del árbitro Pablo Dóvalo.
Apenas diez minutos después, un involuntario pisotón de Vicente Poggi en la pierna derecha derivó en la salida de Di María del campo visiblemente dolorido en el carrito y con lágrimas.
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Sin embargo, fue el propio campeón del mundo que llevó tranquilidad en declaraciones después del partido: “Fue solo un pisotón en el hueso, pero estoy tranquilo. Hicimos un buen partido pero, lamentablemente, no pudimos ganar. El fútbol argentino es duro, pero queríamos darle una alegría a nuestra gente y arrancar bien el campeonato, pero no se pudo dar”. (D)