Con tres notables goles y practicando un interesante juego ofensivo, Uruguay le dio un repaso a un pobrísimo Chile este viernes en Montevideo, en la continuación de la primera jornada de la eliminatoria sudamericana al Mundial-2026, un 3-1 que pone a la Celeste instalada en el liderato regional.

Mejor no pudo ser el estreno oficial de Marcelo Bielsa al frente de Uruguay, y nada menos que ante Chile, el combinado al que puso en boca de todos en Sudamérica cuando lo dirigió entre 2007 y 2011, llevándolo al Mundial de Sudáfrica-2010.

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Al Loco no le tembló la mano para dejar de lado a los históricos goleadores celestes, Luis Suárez y Edinson Cavani, y depositó toda su confianza en jóvenes figuras como los volantes Federico Valverde (Real Madrid) y Nicolás de la Cruz (River Plate), y el delantero Darwin Núñez (Liverpool) para liderar el proyecto a Estados Unidos, Canadá y México-2026.

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Y fueron justamente sus dos habilidosos mediocampistas los que rompieron el arco de la Roja en el estadio Centenario de Montevideo. Tres goles de gran factura, tejidos colectivamente y con una precisión en el juego de primera, una marca registrada del estilo Bielsa.

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“El partido pudo terminar con una diferencia mayor a favor nuestra, pero también con una diferencia menor”, dijo Bielsa en rueda de prensa.

“Estos partidos y todos los de eliminatorias son muy costosos físicamente, muy intensos, la influencia del desgaste era muy clara. Eso es para todos igual, es muy difícil en el fútbol actual buscar explicaciones o excusas porque no hay mucho espacio para ello. Lo que se busca es conseguir resultados”, agregó.

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Si Uruguay mostró una cara ofensiva interesante, que augura resultados similares gracias a la filosofía de el Loco, la que Chile exhibió es preocupante, todavía al amparo de los restos de una generación dorada, artífice de los títulos de la Copa América de 2015 y 2016, que no logra recambio.

El triunfo de la Celeste se dio con doblete de Nicolás de la Cruz (a los minutos 33 y los 70) y Federico Valverde, a los 45+2, mientras Arturo Vidal descontó para la visita a los 73.

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A los locales dirigidos por el argentino, que se estrenaba en partidos oficiales al frente de la selección charrúa, les costó entrar en ritmo. Un Chile prolijo y con líneas juntas lo superó en los primeros minutos, arrebatándole la pelota y tomando la iniciativa.

Pero a los 13 minutos, una jugada con la velocidad, el buen manejo y el vértigo que el Loco pretende inculcar a sus dirigidos casi culmina en el primer gol uruguayo: el disparo a quemarropa de Darwin Núñez tras excelente habilitación de Federico Valverde fue bien neutralizada por el arquero chileno Brayan Cortés.

Desde ese minuto y hasta los 30 Uruguay exhibió un gran juego, con Núñez y Facundo Pellistri juntándose con los laterales y desbordando y Nicolás de la Cruz, Manuel Ugarte y Valverde manejando los hilos del encuentro. En ese lapso los locales desperdiciaron un par de ocasiones claras de abrir la cuenta.

Sobre la media hora, Chile emparejó las acciones y encontró respiros. Pero duró poco: a los 38 Uruguay aceleró y en cinco toques llegó al gol por intermedio de De la Cruz, tras una combinación rápida, vistosa y efectiva comenzada por el propio volante de River Plate.

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No pasaron ocho minutos y en tiempo de descuento los de Bielsa aumentaron, otra vez luego de una muy buena combinación en ataque que Valverde rubricó con una gran jugada individual, cruzando su disparo desde fuera del área tras eludir a un defensa chileno.

Asentado, tranquilo, seguro de sí mismo, Uruguay comenzó el segundo tiempo queriendo arrollar al rival.

A los 54 Pellistri se perdió el tercero elevando increíblemente su disparo luego de un vertiginoso contraataque por izquierda entre Núñez y Joaquín Piquerez. A los 68 fue el propio delantero del Liverpool inglés que a punto estuvo de vencer a Cortés.

El tercero llegó a los 71, nuevamente por intermedio de un De la Cruz de exuberante noche, que puso el broche a una jugada entre Valverde -otra gran figura celeste- y Núñez.

Un descuido en defensa permitió sin embargo a Chile descontar tres minutos después a través del interminable y recién ingresado Arturo Vidal, que recogió en el área chica un rebote en el travesaño tras golpe de cabeza de Diego Valdés que encontró adelantado al arquero Sergio Rochet.

El inesperado descuento chileno causó cierto nerviosismo en los locales.

Aunque no pasaron zozobras, los celestes ya no mostraron el aplomo que habían exhibido durante la mayor parte del encuentro. El partido se hizo además friccionado, y comenzó el reparto de tarjetas amarillas (un total de 8, cuatro para cada equipo). (D)