Un año después de la llegada de los nuevos propietarios estadounidenses, el Chelsea decidió contratar de cara al próximo curso al entrenador argentino Mauricio Pochettino, con el objetivo de olvidar cuanto antes la temporada actual, muy decepcionante para un club con altas aspiraciones.

Pochettino llega a Stamford Bridge con un contrato de dos años con opción a una temporada más, y vuelve a la Premier League cuatro años después de ser despedido por el Tottenham.

“Mauricio es un entrenador de clase mundial con una trayectoria excepcional. Todos estamos impacientes por tenerlo con nosotros”, declararon en un comunicado Todd Boehly y Behdad Eghbali, copropietarios del Chelsea.

Publicidad

Si bien Boehly y el fondo de inversión Clerlake invirtieron más de 600 millones de euros (hasta 642 millones de dólares) en fichajes en los últimos doce meses, el club londinense terminó 12º de la Premier League 2022-2023, en la mitad baja de la clasificación.

En el banquillo hubo una cierta incoherencia. El alemán Thomas Tuchel fue despedido después de apenas siete partidos, cuando el equipo era sexto en la clasificación, para hacer venir a Graham Potter, del Brighton.

Ese último se unió para un proyecto a largo plazo pero fue destituido a principios de abril.

Publicidad

Desde entonces el Chelsea se dedicó a sondear el mercado para buscar otro entrenador de garantías, mientras Frank Lampard asumía el cargo de manera interina en esta recta final de temporada.

Circularon nombres como los de Julian Nagelsmann o Luis Enrique Martínez, pero el elegido fue finalmente Pochettino (51 años), a pesar de haber estado cinco años y medio (2014-2019) al frente de un club vecino y rival, el Tottenham.

Publicidad

La elección del argentino puede sorprender a algunos. Pochettino destacó en el pasado al frente de clubes con medios limitados, como el Espanyol, el Southampton o incluso en su momento el Tottenham.

Sin embargo, sus 18 meses al frente del poderoso Paris Saint-Germain fueron mucho menos convincentes, aunque pudo ganar allí sus primeros títulos, una Ligue 1 y una Copa de Francia.

En París, la gestión de egos de un vestuario de estrellas le causó problemas y en el Chelsea podría tener un reto similar.

Las llegadas del brasileño Andrey Santos y de los franceses Malo Gusto y quizás Christophe Nkunku parecen programadas, pero Pochettino tendrá que hacer ‘limpieza’ en un plantel amplio y que debería renovarse profundamente para sentar las bases de un nuevo proyecto.

Publicidad

Para ello debería apoyarse en varios jugadores jóvenes prometedores como Wesley Fofana, Benoit Badiashile, Enzo Fernández, Mykhailo Mudryk o Noni Madueke y demostrar, como hizo en el Tottenham cuando condujo muy bien la emergencia de Harry Kane, que es un buen mentor.

La perla ecuatoriana Kendry Páez debería llegar dentro de dos años cuando cumpla la mayoría de edad. Por el prodigio guayaquileño de 16 recién cumplidos este mes, el Chelsea ya tiene abrochado un acuerdo con Independiente del Valle.

(D)