¡Es un pájaro! ¡Es un avión!... ¡No... es Carlos Raffo! La exclamación pudo escapársele, por asombro, a cualquiera de los 18.000 espectadores que el 10 de marzo de 1963 asistieron al estadio Hernando Siles. O tal vez la frase fue dicha con vehemencia por alguno de los futbolistas de Bolivia cuando vieron que el Flaco ejecutaba una acción humanamente imposible: volar en los 3.600 metros de altura sobre el nivel del mar. O hasta pudo ser fue proferida por sus compañeros del combinado de Ecuador. ¿Se dijo en alguna transmisión radial de aquel partido loco en La Paz? No hay registros sonoros para verificarlo.