“Los arqueros están para aparecer en los momentos claves y Dibu siempre lo ha hecho”, dijo Nery Pumpido, guardameta de Argentina en el Mundial de México 1986 al referirse al papel que jugó su compatriota Emiliano Martínez en la tanda de penales ganada por los albicelestes a País Bajos (tras un 2-2 en 120 minutos). El resultado metió al equipo de Lionel Messi a las semifinales de Qatar 2022.

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Respiró Argentina, aliviada, tras los penales que encarriló Messi y que aseguró Dibu Martínez, el otro gran héroe. Y no es la primera vez que el golero de 30 años, del Aston Villa, es el salvavidas de su selección en una definición por penales. Ya lo hizo ante Colombia, en semifinales de la Copa América 2021. Es el ataja penales de moda, como en Italia 1990 lo fue Sergio Goycochea, quien tomó en plena Copa del Mundo el lugar de Pumpido, lesionado.

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Para el diario El Confidencial, de España, en una nota publicada este domingo, “Martínez es un artista a la hora de descentrar a sus rivales en los penales. Expertos en psicología del fútbol definen sus técnicas como ‘abusivas y manipuladoras’”.

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‘Juegos mentales’

Dice la nota, firmada por Alberto Ramírez, que “no fue casualidad” lo que Martínez hizo al detener los dos primeros cobros neerlandeses para darle una ventaja clave a Argentina. Complementa que “el guardameta del Aston Villa es un especialista en esta suerte que práctica, entrena y ensaya de manera constante, salpimentada por juegos mentales en momentos clave, para sacar de quicio al lanzador y conseguir su objetivo. Es la historia de un portero diferente, pero que brilla desde los once metros”.

El Confidencial reprodujo parte del estudio hecho por un doctor en psicología, con quien también conversó. El experto establece si las “tácticas al límite del reglamento” que usa el portero “para molestar a sus rivales” influyen cuando estos cobran los penales.

Ansiedad y agresividad

“Geir Jordet, profesor en la Escuela Norwegian de Ciencias del Deporte de Noruega, compartió en redes sociales una serie de pruebas que demuestran cómo Dibu es ‘la máquina perfecta’ a la hora de llevar al extremo a los lanzadores de penales. Este tipo de acciones afecta negativamente a la concentración de los futbolistas y acaban perdiendo el foco en su tarea. Además, también tiene consecuencias en sus emociones, aumenta su ansiedad e incluso puede crear algo de agresividad, lo cual también altera la concentración’, explica el experto en psicología”, dice la información.

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Aunque el guardameta, surgido de Arsenal de Sarandí, afirma que deja todo a la improvisación, a la hora de enloquecer a los ejecutores de tiros penales, Jordet duda de aquello: “Emiliano hace todas las técnicas posibles. Creo que es un sistema deliberado, algo que él mismo planea”.

El rotativo español detalla los principales recursos de Dibu para descentrar a sus adversarios.

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“Martínez utiliza un viejo truco del ‘otro fútbol’, distraer al lanzador de penales visualmente. Señalar al lado donde deberían tirar el penal, bailecito sobre la línea para crear despiste… Muchas son las opciones en este campo que pueden llegar a disminuir hasta en un 10% el acierto del penal, según diversos estudios”.

‘Tácticas abusivas’

Pero hay un aspecto en el que “es un absoluto coloso es a la hora de hablar e intimidar a sus rivales, lo que en otros deportes es conocido como el Trash talking (Hablando basura), extendido especialmente en la NBA. Todo ello conlleva un retraso de los lanzamientos, aumentando la tensión a medida que pasan los minutos desde que se dicta la pena máxima”.

Al final El Confidencial le hace una pregunta a Jordet, experto en Psicología del deporte, Actuación y asfixia bajo presión, y Desarrollo de la pericia.: ¿Hay que aplaudir la astucia de Dibu o considerarla una acción antideportiva que debe ser penalizada?

Esto responde el psicólogo Jordet: “Es una buena pregunta. Lo justo está determinado por las reglas y por lo que los árbitros permiten. En parte, este tipo de comportamientos son naturales en el fútbol. Los penales son un juego psicológico y los porteros son parte de ello. Pero, por otro lado, el comportamiento de Martínez está en el límite, son acciones extremas… Tácticas abusivas y manipuladoras. Eso va contra los comportamientos que solemos ver como aceptables en el deporte. Es maquiavélico”. (D)

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