Argentina, con sufrimiento y en una tanda de penaltis en la que Emiliano Martínez volvió a ser decisivo (4-2), se clasificó el jueves a la semifinal de la Copa América a costa de una gran selección ecuatoriana que puso contra las cuerdas a la campeona, tras empatar a un gol, pero no tuvo fortuna.

En un partido loco, en el que incluso Leo Messi envió su penalti al larguero en la tanda, Argentina tuvo la suerte del campeón pero también la mentalidad suficiente para imponerse después de verse abocada a la definición por penales cuando ya festejaba, tras encajar un gol de Kevin Rodríguez, de cabeza en el 91.

Las reacciones generadas por la prensa internacional, en especial la argentina, coinciden en que su combinado fue superado por el cuadro tricolor y que su clasificación a semifinales se la deben al arquero Emiliano Dibu Martínez, el héroe en la tanda de penales.

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El comunicador Antonio Serpa, en su artículo de opinión en el portal TyC Sports titulado: Nos salvamos de un lío bárbaro, se refiere a lo sufrido por su selección ante la Tri.

“Que quede claro que hay un responsable máximo, casi único, de que Argentina se haya asegurado los seis partidos de la Copa América, y es Dibu Martínez. Loco, enfermo, grandioso, héroe. Hacía mucho, desde la final del Mundial, que la taquicardia no se apoderaba de los corazones argentinos. Más que por el logro de pasar a las semifinales, por lo cerca que estuvimos de una derrota que habría sido un mazazo. Plantémonos un segundo, en medio de esta euforia que bajará en algunas horas, en la situación contraria”, dijo.

“La Selección, campeona del mundo, eliminada en el primer playoff contra un equipo que está en el jardín de infantes del fútbol, al menos del fútbol de alta competencia. Con el exitismo que nos caracteriza, no nos habría caído nada bien. Por suerte, las manos de Dibu evitaron lo que hubiera sido un muy mal trago, casi veneno. Y podemos festejar, y esperar lo que viene. Pero no se puede pasar por alto este partido como si fuera uno más. Hacerlo sería inconsciente e inconsistente con la idea de superación permanente que emerge de las entrañas de este grupo”, añadió.

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En su extenso artículo, Serpa también reconoce que Ecuador tuvo un buen partido y que fue superior pero el portero Dibu Martínez fue el encargado de salvar a su combinado del papelón.

“Que la Selección no haya jugado bien (o que haya jugado tan mal, en realidad) no es, por supuesto, responsabilidad de Messi. Hace rato que, afortunadamente, cortamos con la dependencia enfermiza de tirarle todas las pelotas y pretender que él resuelva todo. Sencillamente, Ecuador fue superior. Ganó el partido de la potencia y el físico, el de la intensidad, incluso tácticamente. Si el empate se demoró, fue exclusivamente por Dibu, que condicionó con su sola presencia el disparo de Valencia en el penal”, señaló.

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“Antes y después, hubo escasas respuestas dentro de la cancha (Mac Allister, lo mejorcito) y tampoco llegaron soluciones desde el banco. Los cambios no trajeron soluciones. Por ejemplo: estuvo bien que entrara Otamendi pero no que saliera Lisandro (si estaba tocado, había que poner otro defensor). ¿Habremos tenido un poquito de vergüenza de armarle línea de 5 a Ecuador? Jugado como estaba el equipo a aguantar, tal vez era un partido para Paredes y no para Lo Celso”, concluyó. (D)