José Mourinho siempre tuvo las ideas muy claras sobre el refuerzo más importante de este mercado para su Roma. La lesión de Abraham, que en junio sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda obliga a los giallorossi a buscar un fichaje de calidad y experiencia.

Y el técnico portugués tiene un nombre subrayado en lo más alto de su lista: el de Álvaro Morata. Es una idea que lleva semanas sobre la mesa del director deportivo Tiago Pinto y que los italianos quieren que se convierta en realidad cuanto antes.

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El entrenador conoce al punta y le encantan su carácter, su experiencia internacional, su predisposición al sacrificio y su puntería. Mourinho cuenta con un aliado especial en esta batalla: Paulo Dybala.

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El argentino, para el colchonero, es mucho más que un amigo. Ya son familia: en enero, la Joya y su pareja, Oriana Sabatini, anunciaron que serían padrino y madrina de Bella Morata, la cuarta hija de Álvaro y Alice Campello.

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Conseguir el fichaje del español, además de ser un golpe perfecto a nivel técnico, también serviría para convencer al argentino para dejar de escuchar las ofertas que puedan llegar de aquí al 31 de julio, día en el que caduca su cláusula de rescisión (de apenas 12 millones) para el extranjero.

Una operación fundamental para el director deportivo romanista Tiago Pinto, que pondría sobre la mesa un contrato hasta 2027 y un sueldo que rondaría los cuatro millones netos, más variables.

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En las últimas semanas, el ex de la Juve también estuvo en las miras del Milan, que no aceleró por su incorporación y, ahora, podría verse adelantado por los giallorossi.

El vínculo de Morata con el Calcio y con Italia es enorme a nivel personal y profesional, y la propuesta romanista es tentadora. El delantero vivió ya cuatro años en la Serie A y en el Bel Paese encontró al amor de su vida. Conoce el país, la liga, habla perfectamente italiano, sabe que en el Calcio es un jugador respetado y que en la capital hay un entrenador y un gran amigo que le esperan con los brazos abiertos.

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La alternativa, según diario AS, es Arabia Saudí, con sus condiciones económicas sin rival y prometiendo ya, además, calidad de vida para su familia, pero también con el adiós al fútbol de élite y a Europa.

Si llega su “sí, quiero”, la Roma se sentará a negociar con el Atleti dispuesta a acercarse a sus peticiones, aunque buscando inevitablemente un descuento sobre los 20 millones de los que se habló hasta ahora.

Mientras, Dybala y Mourinho cruzan los dedos. Hace un mes, Alice Campello mostró una foto de sus cuatro niños, todos vistiendo la elástica giallorossa. Fue un regalo de su tío Paulo. De esos que nunca son casualidad. (D)