Ronaldinho siempre será considerado como una de las sonrisas del fútbol y uno de los mejores jugadores de la historia. En su palmarés figuran prácticamente todos los títulos imaginables, desde el Mundial, la Copa América y la Champions hasta la Libertadores, la medalla olímpica o el Balón de Oro. Pero lo que muchos destacan y envidian es que siempre se le veía disfrutar sobre el césped, como si el fútbol fuera continuamente una fiesta.