Para muchos especialistas nacionales el partido que Ecuador jugó en Buenos Aires el 8 de octubre del 2015, en el estadio Monumental de Buenos Aires, es el mejor de la historia de la Selección. Esa valoración se hizo no solo por el triunfo sobre la superpotencia Argentina, sino también por el nivel colectivo e individual de la escuadra visitante que con aquel sensacional resultado comenzó con los mejores augurios su camino en las eliminatorias rumbo al Mundial 2018.
Aunque luego, en la segunda etapa del certamen clasificatorio, la Tricolor se desbarrancó debido a problemas dentro y fuera de la cancha, el partidazo y el triunfo en la cancha de River Plate mantienen hasta hoy su condición de histórico. Nunca antes Ecuador había podido ganar de visita al linajudo cuadro albiceleste. “El día tenía que llegar... y llegó”, opinó en su columna en EL UNIVERSO Ricardo Vasconcellos Rosado el 11 de octubre del 2015.
Bajo la conducción técnica de Gustavo Quinteros, Ecuador se presentó en Buenos Aires con una marca que, como visitante, solo registraba derrotas y empates en sus duelos previos contra los gauchos. El antiguo zaguero que con Bolivia jugó en el Mundial de Estados Unidos 1994 sabía cómo complicarle la vida a Argentina, su país natal. En la Copa América del 2011 lo hizo con el combinado del Altiplano mediante un empate a 1 en el partido inaugural del torneo que organizaron los gauchos.
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¡Alineación histórica!
Ni la baja de Lionel Messi por lesión hizo que los pronósticos favorables para Argentina fueran puestos en duda. En 74 años de confrontaciones los empates en la Copa América de 1983 (2-2) y en el premundial rumbo a Sudáfrica 2010 (1-1) eran hasta el día de la formidable actuación ecuatoriana los mejores resultados de la Selección en la tierra de Carlos Gardel.
El chileno Julio Bascuñán fue el árbitro central y ante 35.000 espectadores estas fueron las formaciones: Sergio Romero; Facundo Roncaglia, Ezequiel Garay, Nicolás Otamendi, Emmanuel Mas; Lucas Biglia, Javier Mascherano, Javier Pastore (Ezequiel Lavezzi, 70 minutos); Ángel Di María, Sergio Agüero (Carlos Tévez, 24 minutos), Ángel Correa. DT: Gerardo Martino.
Ecuador: Alexander Domínguez; Juan Carlos Paredes, Frickson Erazo, Gabriel Achilier, Walter Ayoví; Cristhian Noboa, Pedro Quiñónez (Segundo Castillo, 74 minutos), Jefferson Montero (Fidel Martínez, 77 minutos), Antonio Valencia; Felipe Caicedo (Ángel Mena, 85 minutos), Miller Bolaños.
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Goles de Erazo y Felipao
EL UNIVERSO contó esto sobre el esquema que ordenó Quinteros: “Una telaraña le armó Ecuador a Argentina en el medio campo. Presionó bien arriba, en la salida albiceleste, sin refugiarse atrás. Y así desnudó la ya proverbial ausencia en los gauchos de un estratega y de una identidad basada en el control del ritmo y los tiempos de un encuentro. Son cualidades de las que adolece el equipo que conduce Gerardo Tata Martino”.
Los goles de los nacionales fueron reseñados así en este Diario: “Sobre el final, cuando los argentinos eran una sombra, la Tri asestó sendos golpes de gracia, uno con un cabezazo de Frickson Erazo, a quemarropa, a los 80 minutos, tras un tiro de esquina y un toque de cabeza de Segundo Castillo”.
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“La segunda estocada fue en un contraataque en el que Antonio Valencia le sirvió en bandeja el pase dentro del área a Felipe Caicedo, a los 82 minutos. Ecuador nunca había vencido a los albicelestes en su tierra”.
Los anotadores de los goles no fueron los únicos que brillaron en la fría noche bonaerense. EL UNIVERSO lo destacó: “Jefferson Montero fue una pesadilla para el lateral Facundo Roncaglia. Antonio Valencia arrastraba a sus marcadores como una topadora, se plantaron bien en la retaguardia Gabriel Achilier y Walter Ayoví. Cristhian Noboa colaboraba con afán en la recuperación y los laterales Frickson Erazo y Juan Paredes nunca fueron desbordados”.
‘Ecuador nos superó’
La prensa de Argentina fue tan lapidaria con su equipo como elogiosa se mostró con la Tricolor. En el mismo tenor que los periodistas declaró Martino. “No rescato nada, hicimos todo mal. Ecuador nos superó en todas las facetas del juego”, admitió el Tata.
El rotativo Olé publicó en el 2015: “Argentina arrancó para atrás en las eliminatorias. Perdidos, sin juego, desorientados, nos ganó bien Ecuador 2-0. Sin Lionel Messi, encima se lesionó Sergio Agüero”.
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La nota de La Nación fue más dura : “Nunca resultará natural reemplazar a Messi y su influjo. Su gravitación es tan trascendente que sin él la selección adquiere un tono mustio, un aire ordinario. A un equipo se le puede perdonar casi todo, menos que no tenga estilo. Eso está a salvo en esta selección que se descompone en ataque y asume desequilibrarse en nombre de la audacia”.
Asombro mundial
El impacto de la gesta ecuatoriana fue universal. El periódico Marca, de Madrid, fue sentencioso en su encabezado: “Ecuador hace historia ante una Argentina sin alma”, dijo. Añadió que “Argentina mostró su imagen más pálida y sufrió la ausencia de su líder y capitán, Lionel Messi”. De la Tricolor dijo que “encontró en la presión sobre la última línea local una fórmula que evitó la posesión cómoda del balón por parte del mediocampo albiceleste. Ecuador profundizó su ofensiva con Valencia como principal arma de ataque y con el recambio desde el banquillo con los ingresos de Segundo Castillo y Fidel Martínez”
Mientras, el influyente El País, de la capital española, tituló: “Ecuador destroza a una Argentina sin Messi en Buenos Aires. Un mal planteamiento del Tata Martino condena al equipo albiceleste a su primera derrota en casa contra la Tri”. Según la Conmebol, en su web oficial, “Ecuador eclipsó las luces de Buenos Aires con un triunfo ante Argentina, 2-0″.
Dos opiniones
Antes del estreno ecuatoriano en las eliminatorias rumbo a Rusia 2018, con la inolvidable presentación en Buenos Aires, Jorge Barraza dijo en EL UNIVERSO: “Ecuador puede complicar en los contragolpes porque la pelota, evidentemente, la va a tratar de manejar Argentina. Creo que va a ser monopolio la pelota de Argentina y Ecuador lo puede complicar con estocadas de Miller Bolaños. Los zagueros de Argentina no son del todo fiables”.
Vasconcellos Rosado escribió en este Diario, 72 horas después de la hazaña ecuatoriana, que “la victoria tiene varios ingredientes. Ecuador superó a Argentina individual y colectivamente en todas las facetas del juego, pese al amontonamiento de ‘estrellas’ del balompié europeo con las que Martino no logra cohesionar un equipo. El planteo de Ecuador fue excelente. Nunca jugó a defenderse, como era la tónica de los entrenadores colombianos que estuvieron antes de Gustavo Quinteros. Fue otra vez el Quinteros del Emelec bicampeón. Los jugadores se mostraron comprometidos con el equipo, sin los sueños ‘verdes’ de Brasil 2014″. (D)
