Mónica Amboya, de 34 años, cumplirá su sueño de estar en los Juegos Olímpicos. No será como atleta, sino como asistente de línea en fútbol. La riobambeña relata que, pese a sus títulos sudamericanos y panamericanos en atletismo, en pruebas de fondo y semifondo, no tiene una pensión vitalicia. En charla con este Diario habla de sus expectativas en Tokio, de sus vivencias en el arbitraje y de los buenos y malos ratos como atleta.