Segundo Alejandro Castillo no desperdició ni un solo minuto de la única Copa del Mundo que jugó por Ecuador. En Alemania 2006 el volante esmeraldeño, entonces de 24 años de edad, se metió en la historia, junto con sus compañeros, al protagonizar el capítulo de mayor trascendencia del balompié nacional en el certamen de la FIFA: la clasificación a octavos de final.