Cuando el árbitro venezolano Yender Herrera dio el pitazo final, la noche del martes, de inmediato la despiadada paliza con que Talleres de Cordoba castigó a Emelec en la fase de grupos de Copa Sudamericana entró en la historia como una de las tres peores derrotas que los eléctricos han sufrido como dueños de casa en partidos internacionales oficiales.