A meses de cumplir 40 años, el artillero peruano Paolo Guerrero sabe más por viejo que por diablo. Lleva pobre cuota goleadora, pero su reciente presencia en Liga de Quito ha inspirado seguridad en el equipo albo.

El Depredador, de 1,85 metros de altura, debutó en agosto, anotando en tres ocasiones para importantes victorias que catapultaron al club a la final de la Sudamericana 2023, a disputarse este sábado en Maldonado (Uruguay) ante el brasileño Fortaleza.

En declaraciones para Conmebol, el artillero dijo que espera conseguir el título continental para darle una alegría a la hinchada alba y a Ecuador.

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“El hincha de Liga de Quito está siempre en las buenas y en las malas, sobre todo en este momento tan lindo que estamos a puertas de jugar una final”, expresó.

“Esperemos darle esa alegría al pueblo ecuatoriano, que seguramente se siente orgulloso de que estamos en estas instancias de un campeonato internacional”, añadió Guerrero.

Fue fichado por seis meses y demoró en satisfacer a la exigente afición del ‘Rey de Copas’ ecuatoriano al menos en el torneo regional, pues lleva sequía goleadora en el certamen nacional.

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Pero el guerrero inca, que también ha militado en equipos de Alemania, Brasil y Argentina, cumple otro rol en las filas universitarias: el de generar confianza. (D)