Paulo Dybala vive horas muy complicadas. El argentino abandonó el Roma-Lecce justo después de marcar el penalti decisivo, debido a unas fuertes molestias en el muslo izquierdo. La cara del delantero, que en este curso jugó todos los partidos menos uno y marcó siete goles en 11 presencias, no prometía nada bueno, y José Mourinho lo confirmó en DAZN tras la victoria. El técnico fue tajante: “¿Cómo está Paulo? Digo mal, por no decir muy mal. Hablé con el doctor y con el jugador, según mi experiencia va a ser difícil volver a verle con la Roma antes de 2023″.

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El técnico se refirió a la presencia de la Joya en el club giallorosso, sin hablar de su posible adiós al Mundial, y aseguró que el jugador estaba listo para jugar el partido con los salentini: “No tenía ningún problema, no sé quién ha escrito eso. Si un futbolista no está al 100% conmigo no juega. Paulo estaba bien”.

Deberá esperar hasta mañana

Para la cita de Qatar, a la que faltan 41 días, aún no hay certezas. La Joya empezó genial su aventura romanista, con siete goles y dos asistencias en 11 partidos. Lo hizo tan bien que Mou decidió no darle descanso prácticamente nunca, a pesar de haberse perdido los primeros 16 días de pretemporada, cuando aún no tenía equipo. El argentino disputó todos los enfrentamientos menos uno, con el Atalanta, que se perdió por molestias en el muslo sufridas durante el calentamiento. Ahora le toca esperar. Los exámenes que definirán el alcance de su lesión, inicialmente programados para este lunes, tendrán lugar el martes. Las sensaciones percibidas el domingo eran negativas, pero dependían del gran miedo que supone lesionarse con un Mundial a la vuelta de la esquina. Hasta mañana, habrá esperanza.

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(D)