La FIFA ha presentado a sus 211 federaciones asociadas el plan para la celebración del Mundial con una frecuencia bienal, que debe ser aprobado o rechazado en la Asamblea General que se celebrará en marzo de 2022 y que, según las primeras estimaciones, cuenta con el apoyo de 165 países, mayoría suficiente para ser aceptado. El problema, sin embargo, es que las dos confederaciones más potentes, la UEFA, con sus 55 federaciones, y la Confederación Sudamericana (Conmebol), con solo diez pero entre las que se encuentran Brasil y Argentina. La oposición de ambas confederaciones, lideradas por Aleksander Ceferin y Alejandro Domínguez, les ha llevado a un enfrentamiento directo con Gianni Infantino, presidente de la FIFA, que apunta a un cisma en el fútbol.