El culebrón de la Federación llega a su fin. El Gobierno español ya ha tomado la decisión de coger las riendas del fútbol español y va a intervenir la RFEF con el beneplácito de la FIFA. Será a través de una Comisión que se denominará de Normalización, Supervisión y Representación y que servirá de tránsito hasta que se celebren unas elecciones ordinarias después de los Juegos Olímpicos. El objetivo es buscar la estabilidad en la institución.

Esta intervención se anunciará este jueves, independientemente de que Pedro Rocha sea o no suspendido provisionalmente por la Comisión Directiva del CSD tras la apertura de un expediente por infracciones muy graves por parte del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), publica diario AS.

Se acabó el Juego de Tronos en el fútbol español. Pedro Rocha no será presidente de la Federación Española de Fútbol ni ningún otro precandidato. José Manuel Rodríguez Uribes, secretario de Estado para el Deporte, anunciará este jueves que el Gobierno tomará el control de la Federación para acabar con lo que consideran una “grave crisis” en el fútbol español.

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Al frente de la institución se pondrá una comisión que contará con varios miembros de prestigio y de diversos perfiles (del derecho, del deporte, del fútbol…). El objetivo es que la Federación, de una vez por todas, logre la estabilidad que merece y que tenga una representación que no pueda dañar la imagen de España y del fútbol de nuestro país.

Uribes ya dejó caer esta decisión el pasado martes en el Congreso de los Diputados. Afirmó que había que buscar la estabilidad y que estaba monitorizando y supervisando junto a FIFA en todo momento lo que estaba pasando en el fútbol español. Y ahora lo harán con un Comité que les dé garantías de guiar a la Federación a unas elecciones ordinarias.

Ya que hasta ahora, nueve meses después de que Luis Rubiales fuera inhabilitado, la RFEF no contaba con un presidente electo. Pedro Rocha, presidente de la Gestora, no quiso convocar elecciones a la presidencia (guiado por sus consejeros, Andreu Camps y Tomás González Cueto, y el visto bueno de Víctor Francos, anterior presidente del CSD) hasta el pasado mes de marzo.

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Un proceso que se ha ido complicando con las denuncias de Miguel Ángel Galán, presidente de la escuela de entrenadores. Que Rocha, además, fuera imputado en la Operación Brodie, que investiga la presunta corrupción en los negocios, administración desleal, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal durante el mandato de Rubiales, ha hecho que la situación fuera insalvable.

Lo dijo muy claro Uribes el pasado viernes: “Es impensable que el representante del fútbol español en la Eurocopa sea un investigado”. Y no pasará. El Gobierno lo ha evitado. Una decisión que está tomada independientemente de lo que suceda este jueves en la Comisión Directiva del CSD, que votará si suspende provisionalmente o no a Rocha, ya que está siendo investigado por el TAD por seis presuntas infracciones muy graves.

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España, para evitar que la FIFA acuse al Gobierno de injerencias en el fútbol español (algo por lo que podría sancionar y expulsar a la Selección de las competiciones), seguirá el ejemplo de Italia, ya que hizo una intervención semejante en 2006. Mismo año en el que ganaron el Mundial.

Entonces, la Federación italiana estaba envuelta en un escándalo de partidos amañados, apuestas ilegales y manipulaciones de designaciones arbitrales.

Entonces, ellos a través del Comité Olímpico italiano, decidieron tomar las riendas y poner a Guido Rossi como comisario extraordinario de la Federación. Un reputado jurista deportivo que ocupó el vacío de poder dejado por Franco Carraro, quien dimitió al frente de la FIGC. (D)