Del fútbol moderno, tan prisionero de las prisas y ahora del comentario en las redes sociales, Sebastián Rodríguez (28 años) entiende que la voz de mando suya debía ser escuchada la misma noche de la eliminación de Emelec en la Copa Sudamericana. El uruguayo es el hombre llamado a levantar el ánimo del equipo, porque eso indica el brazalete de capitán que lleva puesto, frente a otros veteranos como Óscar Bagüí, de 38 años, con diez campañas en el club. El pasado jueves, cuarenta horas después de la catástrofe en el Capwell a manos de Talleres (1-4), Rodríguez concluyó que a la cancha “no se salió con humildad sino demasiado confiado de que la clasificación ya estaba” segura. Tras una charla en el camerino, muy confiado el charrúa dijo que, aunque en el equipo persiste “mucho dolor” por el revés en la Copa, Emelec se va a levantar para seguir en lucha por la fase 1 de la LigaPro, porque el objetivo común es asegurar el cupo a la final del campeonato ecuatoriano y el billete a la Copa Libertadores-2022.