En la victoria del Aston Villa ante el Lille hubo muchas polémicas, gran parte de ellas en torno al portero de los villanos, el Dibu Martínez. El arquero argentino paró los disparos de Bentaleb y de André en la tanda de penaltis. Sin embargo, los actos que cometió tras las paradas fueron los motivos que desataron el conflicto. En la primera parada, se giró a mandar callar al público, y en la segunda hizo un baile con un tono burlesco. Actos que no han pasado desapercibidos ni por la afición del Lille ni por su presidente. “No quiero que perdamos el tiempo hablando de este chico, cuya actitud no es la de un deportista de alto nivel”, afirmó el francés Olivier Létang.